SOS Racismo advierte del riesgo de xenofobia en Salt por falta de servicios
Un informe reclama más inversiones
La ignorancia, la desinformación o la mala fe pueden convertir al colectivo inmigrante de Salt (Gironès) -el 10% de su población- en el chivo expiatorio de las frustraciones sociales de una parte del colectivo no inmigrante. Un reciente informe de SOS Racismo advierte que la falta de recursos públicos en vivienda, educación, servicios sociales, cultura y seguridad ciudadana crea las condiciones para un conflicto racista que encontraría su razón de ser en un supuesto agravio comparativo.
El municipio de Salt, que supera los 20.000 habitantes, se ha convertido en una de las poblaciones co...
La ignorancia, la desinformación o la mala fe pueden convertir al colectivo inmigrante de Salt (Gironès) -el 10% de su población- en el chivo expiatorio de las frustraciones sociales de una parte del colectivo no inmigrante. Un reciente informe de SOS Racismo advierte que la falta de recursos públicos en vivienda, educación, servicios sociales, cultura y seguridad ciudadana crea las condiciones para un conflicto racista que encontraría su razón de ser en un supuesto agravio comparativo.
El municipio de Salt, que supera los 20.000 habitantes, se ha convertido en una de las poblaciones con mayores tasas de inmigración. SOS Racismo advierte que deben realizarse políticas globales para redistribuir esta inmigración y evitar su concentración en barrios y zonas marginales. La organización ha constatado sobre el terreno que existe incomprensión y preocupantes actitudes de rechazo hacia los inmigrantes, y advierte a las instituciones del riesgo de que la situación derive rápidamente en brotes de racismo.
A diferencia de otros estudios realizados en municipios receptores de inmigración de las comarcas de Girona, en los que se insiste mucho en el trato personal y muy poco en los graves déficit de vivienda y equipamientos, SOS Racismo detalla una serie de inversiones y medidas que considera urgentes para combatir el germen del racismo. Entre ellos se encuentra la construcción de nuevos centros escolares: en particular un nuevo IES y una nueva escuela de primaria. Sólo así conseguiría evitarse que la escuela La Farga se convierta en 'una escuela marginal o gueto', algo que, según los autores del estudio, genera 'una situación de desigualdad inadmisible'.
SOS Racismo considera también muy urgente la redistribución de los alumnos inmigrantes y con necesidades educativas especiales en porcentajes razonables para garantizar la integración y la igualdad. El Departamento de Enseñanza de la Generalitat, por el contrario, prefiere inhibirse ante las altas concentraciones de inmigrantes de esta escuela, alegando que considera prioritario que los alumnos se escolaricen cerca de sus domicilios.
El estudio reclama también la rehabilitación de viviendas y espacios públicos en las zonas urbanas más necesitadas del centro del municipio. Asimismo, deberían incrementarse las ayudas sociales en materia de educación y familia. El informe recomienda aumentar las medidas preventivas de seguridad ciudadana, entre las que sería de gran utilidad la introducción del policía de proximidad, así como la participación de las fuerzas del orden en programas sobre las diferencias culturales y las bandas juveniles.
El estudio admite que los incidentes y agresiones verbales y físicas detectados el pasado mes de junio en el municipio no pueden considerarse, 'de momento', obra de bandas organizadas de extrema derecha racista, a pesar de que algunos de sus miembros exhiben estética skin y tienen vínculos probables con algunos grupos racistas como el denominado 'Comando Gerona'. Pese a estos signos inquietantes, de momento, SOS Racismo cree que 'el nivel medio de convivencia no es óptimo, pero sí aceptable'.