La empresa decide hoy el futuro del matadero de La Pobla de Mafumet

Los 39 operarios del matadero de Avidel en el polígono industrial de La Pobla de Mafumet (Tarragonès) llevan ya un mes acampados a la salida de la fábrica, cuyas instalaciones sufrieron a un incendio el pasado 1 de noviembre. Desde entonces, el comité de empresa ha emprendido una negociación con la firma Vall Companys, propietaria del matadero, para el mantenimiento de la producción. Pero la sociedad leridana no está por la labor y mantiene su empeño en llevar adelante un expediente de regulación de empleo por causas de fuerza mayor que permita la clausura de la actividad en el matadero.
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Los 39 operarios del matadero de Avidel en el polígono industrial de La Pobla de Mafumet (Tarragonès) llevan ya un mes acampados a la salida de la fábrica, cuyas instalaciones sufrieron a un incendio el pasado 1 de noviembre. Desde entonces, el comité de empresa ha emprendido una negociación con la firma Vall Companys, propietaria del matadero, para el mantenimiento de la producción. Pero la sociedad leridana no está por la labor y mantiene su empeño en llevar adelante un expediente de regulación de empleo por causas de fuerza mayor que permita la clausura de la actividad en el matadero.

La empresa debe pronunciarse hoy sobre la propuesta. En caso contrario, decidirá la autoridad laboral en cinco días. 'Será duro; aquí hay matrimonios que trabajaban en el matadero y que se irán al paro; habrá gente que requerirá con seguridad tratamiento psicológico', dice Manuel León, del comité de empresa. Los trabajadores iniciaron sus protestas una semana después del incendio, cuyas causas se desconocen todavía. La empresa había asegurado la continuidad del matadero, aunque anunció que de la plantilla total de 115 personas, algunos pertenecientes a firmas de trabajo temporal y subcontratas, sólo se mantendrían 20, de los departamentos comercial y de estructuras.

El comité insta a la sociedad a reanudar la producción y aquélla sólo ofrece una indemnización de 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades a cobrar a través del Fondo de Garantía Salarial, más 20 millones de pesetas que se obtendrían a través de las subvenciones que la sociedad cobra por no comercializar harinas cárnicas. La plantilla recuerda que su media de edad es de 42 años, que muchos de los trabajadores llevan 28 o 29 años de antigüedad o que entraron cuando tenían 14 o 15 años, de lo que se deduce que una gran parte ha pasado toda su vida laboral en el matadero de aves.

Las administraciones ofrecen exenciones fiscales hasta que la fábrica vuelva a dar beneficios, e incluso la búsqueda de terrenos alternativos en otros polígonos.

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