Putin destituye a dos altos jefes de la Flota por el 'caso del Kursk'

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, exigió ayer responsabilidades a la Armada en el desastre del submarino nuclear Kursk, que causó la muerte a sus 118 tripulantes en agosto de 2000. Putin formuló esta exigencia en una reunión con altos cargos del Gobierno y las Fuerzas Armadas, tras ser informado de los resultados preliminares de la investigación del naufragio del sumergible.

Las destituciones no se hicieron esperar: un portavoz naval informó que el almirante Viacheslav Popov y el vicealmirante Mijaíl Motsak, comandante en jefe y jefe del Estado Mayor, respectivamente, de la...

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, exigió ayer responsabilidades a la Armada en el desastre del submarino nuclear Kursk, que causó la muerte a sus 118 tripulantes en agosto de 2000. Putin formuló esta exigencia en una reunión con altos cargos del Gobierno y las Fuerzas Armadas, tras ser informado de los resultados preliminares de la investigación del naufragio del sumergible.

Las destituciones no se hicieron esperar: un portavoz naval informó que el almirante Viacheslav Popov y el vicealmirante Mijaíl Motsak, comandante en jefe y jefe del Estado Mayor, respectivamente, de la Flota de Norte, fueron relevados de sus cargos. Según la misma fuente, citada por la agencia Interfax, un 'grupo y oficiales de alto rango fueron sancionados y pasados a retiro' por 'graves errores en las labores cotidianas de instrucción de la Flota'.

'De los materiales de la investigación no podemos afirmar que haya un vínculo de causa y efecto entre el trabajo de los mandos y la desgracia que se produjo', dijo, sin embargo, Putin. El presidente ruso se refería a la organización de los ejercicios navales, en el curso de los cuales el Kursk se fue a pique en el mar de Barents, y a las posteriores operaciones de rescate.

'Continúan estudiándose todas las hipótesis, incluida la de una colisión de nuestro sumergible con un objeto submarino no identificado', añadió Putin. Sin embargo, el presidente ruso indicó que 'hay que admitir que hasta el momento, pese al enorme trabajo realizado, no se han recabado datos objetivos que confirmen esa versión'.

Mientras, en el dique seco de Rosliakov, a orillas del mar de Barents, los investigadores de la fiscalía recuperaron ayer de los restos del Kursk otro cadáver de un tripulante, con los que suman 74 los cuerpos de los marineros rescatados. Rusia ha reconocido que, pese a la minuciosa investigación en marcha tras el rescate del fondo del mar del submarino nuclear Kursk, puede que nunca se descifre el enigma del naufragio. 'El análisis de materiales puede suministrar información para comprender cómo ocurrió la catástrofe', ha declarado el viceprimer ministro ruso, Ilía Klebánov.

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