Extremadura aprueba el polémico impuesto a la banca

La Ley del Impuesto sobre Depósitos de las Entidades Bancarias fue aprobada ayer por el pleno de la Asamblea de Extremadura con los votos a favor de la mayoría socialista y de IU.

El nuevo impuesto, que generó un intenso debate desde su anuncio, gravará a los bancos y cajas existentes en la región con el fin de que vinculen el ahorro al progreso de la región y evitar que fondos que se captan en Extremadura se inviertan en otras comunidades, según dijo el consejero de Economía, Manuel Amigo. El PP votó en contra porque, según dijo su portavoz, Alberto Astorga, es una 'ley innecesaria' al...

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La Ley del Impuesto sobre Depósitos de las Entidades Bancarias fue aprobada ayer por el pleno de la Asamblea de Extremadura con los votos a favor de la mayoría socialista y de IU.

El nuevo impuesto, que generó un intenso debate desde su anuncio, gravará a los bancos y cajas existentes en la región con el fin de que vinculen el ahorro al progreso de la región y evitar que fondos que se captan en Extremadura se inviertan en otras comunidades, según dijo el consejero de Economía, Manuel Amigo. El PP votó en contra porque, según dijo su portavoz, Alberto Astorga, es una 'ley innecesaria' al existir un equilibrio entre los fondos captados y la inversión de los bancos, tal y como recoge el Banco de España.

El PP e IU coincidieron en criticar que las cajas extremeñas inviertan menos del 60% de su obra social en la región, por lo que creen que no se merecen quedar exentos del impuesto.

La tarifa progresiva del impuesto va desde el 0,3% al 0,5% de la base imponible, en lugar del 0,6% como se indicaba al principio. Las deducciones que se establecen son de tres tipos: de 200.000 euros cuando la central esté en Extremadura; 5.000 euros por cada sucursal en la región, que serán 7.500 cuando la oficina esté en poblaciones inferiores a 2.000 habitantes.

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