El Gobierno vasco acepta un cambio radical en el trabajo de la Ertzaintza

El acuerdo cerrado ayer tras 15 horas de reunión entre los máximos responsables de la consejería vasca de Interior y los cuatro sindicatos de la Ertzaintza supondrá la suspensión inmediata y revisión del actual sistema de trabajo policial (conocido como Egunsentia) para que los ertzainas trabajen con mayor seguridad. Balza, que sale reforzado con el acuerdo, destacó el carácter 'estructural' de un pacto que obligará a invertir como mínimo 5.000 millones más. Otro tanto se ha gastado ya en seguridad desde que ETA asesinó al ertzaina Iñaki Totorika en marzo.

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El acuerdo cerrado ayer tras 15 horas de reunión entre los máximos responsables de la consejería vasca de Interior y los cuatro sindicatos de la Ertzaintza supondrá la suspensión inmediata y revisión del actual sistema de trabajo policial (conocido como Egunsentia) para que los ertzainas trabajen con mayor seguridad. Balza, que sale reforzado con el acuerdo, destacó el carácter 'estructural' de un pacto que obligará a invertir como mínimo 5.000 millones más. Otro tanto se ha gastado ya en seguridad desde que ETA asesinó al ertzaina Iñaki Totorika en marzo.

Mantener todos los servicios policiales en la calle, pero amortiguando al máximo las lagunas de seguridad que ETA ha aprovechado en su escalada y que desde marzo tiene tres nombres de ertzainas: Iñaki, Ana Isabel y Javier. Ése es, según los firmantes -Interior y las centrales Erne, ELA, CCOO y UGT- el objetivo principal del acuerdo sellado a las 6.45 de ayer. Tras oficializarlo por la tarde en la sede del Gobierno vasco, el líder de Erne, Iñaki Castro, lo resumió en una frase: 'Estoy convencido de que el ertzaina estará mañana más protegido'. Todas las actuaciones rutinarias o preventivas quedarán limitadas o, en su caso, serán apoyadas por otra patrulla policial cuando duren más de 15 minutos, siempre que esta segunda patrulla de apoyo no tenga que atender un incidente.

La foto del acuerdo alcanzado ayer tras la reunión maratoniana, que no estuvo exenta de los habituales encontronazos en este tipo de negociaciones, pretende trasladar a la sociedad y a los 7.500 policías vascos la unidad de todas las partes, hasta ayer separadas por una sima que parecía insalvable, en la lucha contra ETA y la violencia callejera.

Junto a la suspensión este sábado del Egunsentia, el sistema de trabajo que marca los objetivos y criterios en el trabajo diario de los agentes de Seguridad Ciudadana, el acuerdo fija la dotación de más medios materiales y técnicos para los ertzainas y cursos de formación en autoprotección. Interior prevé hacer hincapié en la compra de vehículos blindados (entre 25 y 50 nuevos) y de inhibidores de frecuencia.

Con el análisis de seguridad en cada unidad y sus tácticas, en el que participará una representación de los propios agentes, se elaborará un nuevo procedimiento de trabajo que será aprobado finalmente en el Consejo de Policía, órgano paritario entre Interior y las centrales. También han quedado suspendidas las prácticas de control del trabajo de los agentes que realiza la Unidad de Inspección (Asuntos Internos) y que, según las centrales, entrañaban un riesgo real de enfrentamientos armados entre los propios policías.

Los sindicatos, atendiendo a la 'responsabilidad', como ayer decía Balza, han aparcado su petición de depurar responsabilidades de los actuales mandos tras el doble crimen de Beasain. Hay pues un margen de confianza para el actual equipo de Interior. Sin embargo, tanto Castro como el representante de CC OO, Roberto del Agua, anunciaron su intención de fiscalizar del acuerdo para evitar como hasta ahora 'riesgos innecesarios'.