Un testigo dice que varios fiscales también cobraron

En la sesión de ayer también compareció ante el tribunal que juzga el caso de los fondos reservados el ex subdirector general de la Policía Pedro García Juarranz.

Este testigo, citado por la defensa de los antiguos altos cargos de Interior, negó haber cobrado sobresueldos con cargo a los fondos reservados, pero detalló toda una serie de pagos que, según dijo, recibieron algunos fiscales de la Audiencia Nacional a cambio de impartir clases a miembros de la Policía y de la Guardia Civil.

García Juarranz precisó que el Ministerio del Interior pagaba unas 60.000 pesetas por clase a l...

En la sesión de ayer también compareció ante el tribunal que juzga el caso de los fondos reservados el ex subdirector general de la Policía Pedro García Juarranz.

Este testigo, citado por la defensa de los antiguos altos cargos de Interior, negó haber cobrado sobresueldos con cargo a los fondos reservados, pero detalló toda una serie de pagos que, según dijo, recibieron algunos fiscales de la Audiencia Nacional a cambio de impartir clases a miembros de la Policía y de la Guardia Civil.

García Juarranz precisó que el Ministerio del Interior pagaba unas 60.000 pesetas por clase a los fiscales de la Audiencia Nacional Eduardo Fungairiño, Jesús Santos, Pedro Tubira e Ignacio Gordillo, aunque él entregaba la totalidad del dinero (240.000 pesetas) a este último para que lo distribuyera entre los demás, informa Europa Press.

Añadió que dicha cantidad se la entregaba Juan de Justo, el secretario de Rafael Vera, por instrucciones del entonces secretario de Estado para la Seguridad.

El fiscal anticorrupción Alejandro Luzón preguntó al ex subdirector general de la Policía por dos inmuebles de su propiedad en Miami (Estados Unidos). Éste aseguró que el dinero para pagar estas propiedades no procedía de los fondos reservados y que tuvo que suscribir dos hipotecas que todavía está pagando.

Finalmente, también compareció ayer el industrial Luis María Garrido, quien declaró que tiene un negocio muy similar al del suegro de Vera, Enrique Esquiva, como mayorista de menaje para restaurantes y sanatorios.

A preguntas del presidente del tribunal, reconoció que la facturación mensual supera los 20 millones de pesetas y el beneficio anual oscila entre 35 y 40.