Bruselas pide revisar a la baja el precio de las licencias UMTS tras el ejemplo francés

El canon puede dejar descolgado al mercado español si se produce una rebaja generalizada

La Comisión Europea considera que la rebaja en Francia del precio de las licencias de telefonía móvil de tercera generación, UMTS, es positiva y confía en que sea seguida por otros países de la Unión Europea. Bruselas está convencida de que así se impulsará el lanzamiento de esta tecnología en Europa. Los expertos advierten de que, si se produce una bajada generalizada de las licencias, el mercado español se quedará descolgado del resto por culpa de la tasa radioeléctrica que se quiere aplicar a los operadores de UMTS y cuya investigación para determinar si es competitiva sigue su curso.
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La Comisión Europea considera que la rebaja en Francia del precio de las licencias de telefonía móvil de tercera generación, UMTS, es positiva y confía en que sea seguida por otros países de la Unión Europea. Bruselas está convencida de que así se impulsará el lanzamiento de esta tecnología en Europa. Los expertos advierten de que, si se produce una bajada generalizada de las licencias, el mercado español se quedará descolgado del resto por culpa de la tasa radioeléctrica que se quiere aplicar a los operadores de UMTS y cuya investigación para determinar si es competitiva sigue su curso.

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El Gobierno francés ha sido el primer país europeo en claudicar ante la crisis que sufre el sector de las telecomunicaciones. La revisión a la baja del precio de las licencias anunciada por el ministro francés de Economía, Laurent Fabius, está empezando, además, a tener eco. La primera en pronunciarse ha sido la Comisión Europea, que espera que el gesto de París sirva de ejemplo para el resto, incluida España.

El comisario europeo responsable de Industria y de nuevas tecnologías, Erkki Liikanen, consideró que este tipo de iniciativas ayudan a aliviar la situación financiera del sector y facilitará el salto a la próxima generación de telefonía móvil. La intención de París es la de reducir el precio de cada licencia a 619 millones euros, en lugar de los 4.950 millones previstos inicialmente.

'La decisión del Gobierno francés es muy positiva', declaró Liikanen, quien no quiso entrar en cuestiones legales vinculadas a la revisión, aunque recordó que 'las condiciones que se apliquen para la concesión de las licencias deben respetar los principios de no discriminación'. Los servicios de la Dirección General de Industria y Sociedad de la Información consideran que el mercado y la industria han reaccionado de forma favorable a esta iniciativa.

'Se puede calificar de cambio radical, porque está orientado a atajar el problema central del sector', dijo una fuente del Ejecutivo comunitario. La Comisión Europea augura que si la rebaja es seguida por el resto de los países europeos permitirá reducir considerablemente el coste global en el mercado de las UMTS. Liikanen advirtió en marzo pasado de que el elevado precio que se ha tenido que pagar en algunos países plantea un riesgo para el lanzamiento de las UMTS, al limitar los recursos para el desarrollo de la infraestructura de redes y de los contenidos. A este problema se le ha sumado la incertidumbre económica general.

Pero el precio de las licencias no es el único problema que preocupa actualmente a Bruselas. La lupa está puesta además sobre la tasa radioeléctrica que se quiere aplicar desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología a los operadores UMTS. La investigación sigue su curso a la espera de que desde Madrid se le envíen los nuevos precios revisados para determinar si son competitivos.

Es decir, la Comisión quiere estar segura de que la tasa que se quiere imponer para el uso del espectro no es discriminatoria para nuevos competidores que quieran entrar en el mercado español. De cara al año 2002, el Gobierno ha reducido esta tasa a algo más de la mitad, hasta un total de 360,6 millones de euros (60.000 millones de pesetas).

Entre las más caras

Este impuesto hace que las licencias españolas sean de momento las cuartas más caras de la UE, con un coste medio por habitante estimado en 133 euros -con la revisión de la tasa incluida-, diez veces más alto que el previsto inicialmente por el Gobierno para el pago de las licencias. La reducción ha sido, en cualquier caso, importante, ya que hace un año el coste por habitante estaba en 216 euros. Pero Bruselas advierte de que el canon es un elemento negativo para el desarrollo del sector y que si se produce una reducción generalizada en el precio de las licencias similar a la francesa, 'el mercado español puede quedar muy alto en cuanto a costes'. Los precios más altos por las licencias UMTS se han pagado en el Reino Unido (504 euros por habitante) y Alemania (467 euros por habitante). En Italia se sitúa el coste per cápita en los 170 euros. Le siguen Holanda con 126 euros y Francia con 124 euros, sin contar con la última revisión.

Precisamente ayer, el comisario Liikanen presentó una nueva iniciativa para que en la UE se haga una explotación armonizada de los servicios y contenidos públicos que se suministren en el futuro a través de la telefonía móvil. El objetivo es que se pueda desarrollar una verdadera industria europea vinculada a los contenidos capaz de competir con la norteamericana.

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