La estrecha relación entre CiU y Fecsa facilitó la imposición de la línea de Les Gavarres

El presidente de Fecsa vendió a bajo precio en 1998 el edificio sede del partido de Jordi Pujol

La existencia de un complejo entramado de relaciones político-empresariales entre Convergència i Unió (CiU) y Fecsa-Enher contribuye a explicar por qué el consejero de Industria, Antoni Subirà, ha impuesto el trazado de la línea eléctrica de Les Gavarres violentando la voluntad de los municipios afectados. Joan Rosell, actual presidente de Fecsa-Enher, fue quien vendió en 1998 a Convergència el edificio de Enher de la calle de Còrsega de Barcelona, que actualmente es la sede del partido de Jordi Pujol. Aquella operación levantó en su momento una gran polvareda. La oposición denunció que el inm...

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La existencia de un complejo entramado de relaciones político-empresariales entre Convergència i Unió (CiU) y Fecsa-Enher contribuye a explicar por qué el consejero de Industria, Antoni Subirà, ha impuesto el trazado de la línea eléctrica de Les Gavarres violentando la voluntad de los municipios afectados. Joan Rosell, actual presidente de Fecsa-Enher, fue quien vendió en 1998 a Convergència el edificio de Enher de la calle de Còrsega de Barcelona, que actualmente es la sede del partido de Jordi Pujol. Aquella operación levantó en su momento una gran polvareda. La oposición denunció que el inmueble había sido tasado muy por debajo del precio de mercado y era expresión de un intercambio de favores entre ambas partes.

Una de las compensaciones recibidas por CiU por su apoyo a la investidura de Aznar en 1996 fue la inclusión de empresarios de la órbita de Convergència en los consejos de administración de Telefónica, Antena 3 y Endesa, la propietaria de Fecsa-Enher. Para Endesa, el hombre de CiU fue Rafael Español. Y para Telefónica y Antena 3, fue Carles Vilarrubí.

Español era a su vez presidente de La Seda de Barcelona, en cuyo Consejo de Administración se sentaban también entonces Vilarrubí y dos de los actuales miembros del Gobierno catalán: Artur Mas, que es conseller en cap, y Jordi Vilajoana, consejero de Cultura.

Aunque en la actualidad Fecsa y Enher han desaparecido como empresas y no son más que la marca de Endesa en Cataluña, en sus niveles de dirección hay también una significativa presencia de miembros de Convergència. Joaquim Pujol Figa, primo del presidente Jordi Pujol, fue hasta su reciente jubilación director corporativo de Fecsa-Enher. Ocupó este cargo cuando era también diputado autonómico de CiU, puesto al que llegó después de haber sido secretario general de la Presidencia de la Generalitat.

También el director general de Fecsa-Enher, Miquel Vila Despujol, ha sido un hombre que ha formado parte del Gobierno catalán. Fue director del Parque Tecnólogico del Vallès, una creación del Departamento de Industria. Otro eslabón en la penetración de CiU en este ámbito empresarial es Josep Maria Esteve. Varias veces candidato de CiU en elecciones municipales en la comarca del Maresme, Esteve era jefe de área de Barcelona de Fecsa-Enher, pero ahora es director general de Menta. Menta es la empresa de cable en Cataluña del grupo Auna, holding de comunicaciones participado por Endesa.

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En la construcción de la línea de Les Gavarres interviene como suministradora una de las empresas de la órbita convergente más próxima a Pujol. Se trata de la corporación Emte, de la que es presidente Carles Sumarroca, uno de los fundadores del partido nacionalista.

Las relaciones entre Fecsa-Enher y los sucesivos consejeros de Industria de los gobiernos de Pujol han sido siempre muy buenas. Fecsa-Enher es la única empresa productora y distribuidora de electricidad en Cataluña, por lo que en la práctica opera en régimen de monopolio. En la actualidad, el Departamento de Industria tiene pendiente de enviar al Diari Oficial de la Generalitat varios decretos sobre la prestación del servicio eléctrico en Cataluña que prevén la imposición de sanciones de hasta 500 millones de pesetas para casos de desabastecimiento como los registrados en los últimos años y que este verano han producido graves perjuicios a los sectores turísticos de Tarragona y la Costa Brava. Sin embargo, el Departamento de Indutria, que redactó los decretos el pasado mes de junio, está demorando la publicación y su consecuente entrada en vigor.

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