LA GUERRA DEL SIGLO XXI

Georgia expulsará a los grupos extremistas en apoyo a Rusia

EE UU accede a estudiar la entrada rusa a la OMC en diciembre

El Gobierno de Georgia, presionado por Estados Unidos, ha decidido echar una mano a Rusia en el conflicto de Chechenia y ha anunciado que expulsará a grupos separatistas que hasta ahora han encontrado refugio seguro en aquel Estado caucásico, vecino al territorio secesionista ruso. La nueva actitud de Georgia demuestra que los instrumentos para solucionar algunos de los problemas más apremiantes de Moscú están en Washington y que la Administración norteamericana ha comenzado a emplearlos.

El desbloqueo de problemas que Rusia ha tenido pendientes durante largo tiempo parece ser corrobora...

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El Gobierno de Georgia, presionado por Estados Unidos, ha decidido echar una mano a Rusia en el conflicto de Chechenia y ha anunciado que expulsará a grupos separatistas que hasta ahora han encontrado refugio seguro en aquel Estado caucásico, vecino al territorio secesionista ruso. La nueva actitud de Georgia demuestra que los instrumentos para solucionar algunos de los problemas más apremiantes de Moscú están en Washington y que la Administración norteamericana ha comenzado a emplearlos.

El desbloqueo de problemas que Rusia ha tenido pendientes durante largo tiempo parece ser corroborado también por la luz verde dada por EE UU para comenzar a examinar en diciembre de este año la incorporación de Moscú a la Organización Mundial de Comercio (OMC), según informó ayer el Ministerio de Desarrollo Económico ruso. El acuerdo, que prevé el debate del informe del grupo de trabajo dedicado a este tema, se alcanzó ayer en una entrevista entre el ministro de Desarrollo Económico y Comercio, German Gref, y el representante comercial norteamericano, Robert Zoellick.

Tanto la actitud de Georgia, que hasta ahora hacía oídos sordos a las reiteradas peticiones de Rusia para que cerrase su territorio a los separatistas, como las perspectivas de acelerar el ingreso en la OMC evidencian el nuevo clima que se ha creado tras la larga conversación telefónica entre Putin y el presidente George W. Bush el pasado sábado. Dos días después, Putin indicó que estaba dispuesto a ayudar en la lucha contra el terrorismo, pero que esperaba contrapartidas a cambio. En una declaración cuidadosamente redactada, el presidente dijo que el 'nivel y calidad' de las relaciones con los países aliados en la lucha contra el terrorismo determinarían 'formas más profundas de cooperación' internacional. Estados Unidos captó el mensaje y respondió con un giro copernicano en su política hacia Chechenia. Por primera vez, Bush reconoció que en aquel territorio, además de un conflicto legítimo de intereses, existe también un problema de terrorismo internacional con ramificaciones que llevan hasta la organización Al Qaeda. La estrategia diferenciada de Occidente respecto a Chechenia va acompasada ahora de una nueva estrategia interior por parte rusa.

Dividir a los separatistas

Moscú quiere dividir a los sectores separatistas que están dispuestos a renunciar a la violencia y a los irreconciliables. Para ello ha ofrecido negociaciones, que han sido aceptadas por el líder separatista Aslán Masjádov y que han comenzado ya. Con esta actitud, Putin se ha ganado los elogios del magnate Borís Berezovski, que ha sido uno de sus adversarios políticos más acérrimos. El financiero, que hace poco pronosticaba un rápido fracaso de la carrera de Putin, se deshacía ayer en elogios al líder ruso. El presidente 'aprende', 'madura' y 'está pasando por un difícil proceso de reconocimiento de la realidad', decía Berezovski al diario Komersant. 'Por primera vez veo que es un político que calcula dos jugadas por adelantado como mínimo, y esto ya no está mal', señalaba. Putin 'ha dejado de regirse por las emociones' al abordar el conflicto checheno y 'el Ejército ruso no tiene la más mínima oportunidad de resolver hoy el problema de Chechenia por la fuerza', proseguía. La 'total derrota del Ejército' puede ser, según él, la causa que 'ha obligado al presidente a mirar la realidad fríamente'. Berezovski, que mantiene contactos permanentes con Masjádov, aseguró que 'los chechenos están muy interesados en las negociaciones' y pidió ayuda a las instituciones internacionales para organizarlas.

Citando como fuentes a parientes de guerrilleros, la agencia Itar-Tass informaba ayer de que las autoridades georgianas habían convocado al separatista checheno Ruslan Geláyev y sus hombres a Tbilisi el pasado lunes y les habían informado que 'en vista de la nueva situación en el mundo, resultaba imposible continuar permaneciendo' en Georgia. Antes, representantes oficiales de Washington habían visitado la capital georgiana.

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Según Itar-Tass, Geláyev se encuentra desde hace más de un año en territorio de Georgia, donde se refugió tras el enfrentamiento con las tropas federales rusas en marzo del año 2000. La base de Geláyev y varios centenares de guerrilleros en Georgia es el desfiladero de Pankisi, una zona limítrofe con Chechenia. Hasta ahora, Georgia había respondido a las presiones de Moscú, afirmado que en su territorio sólo había refugiados, pero no guerrilleros. 'Si se confirma la información de que las autoridades de Georgia echan a Geláyev, esto será una contribución real a la lucha conjunta contra el terrorismo', manifestó el ayudante presidencial, Serguéi Yastrzhembski. Según este político ruso, Georgia ha prometido además entregar a Rusia a 13 guerrilleros, que actualmente están procesados en aquel Estado caucásico.

Ayer, Vladímir Putin participó en una cumbre de 12 jefes de Gobierno de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que entre otros temas debían asignar recursos financieros para la lucha contra el terrorismo.

Ígor Ivánov, a la izquierda, y el representante comercial de EE UU, Robert Zoellick.AP

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