El PP y la universidad
Está claro que al PP le molesta una universidad con autonomía en la que no pueda ejercer su control político. Y es lógico. El presidente Aznar ha declarado que los rectores son una especie de casta que 'mantiene intereses ocultos bajo la bandera de un progresismo que sólo intenta mantener el corporativismo más rancio y reaccionario'. Pero no sólo los rectores. Según Aznar, 'cuando se escuche decir a profesores, padres o alumnos, que se oponen a las reformas del Gobierno, hay que pensar si quien dice esto no está escondiendo intereses corporativistas, que plantean simplemente luchas ideológicas...
Está claro que al PP le molesta una universidad con autonomía en la que no pueda ejercer su control político. Y es lógico. El presidente Aznar ha declarado que los rectores son una especie de casta que 'mantiene intereses ocultos bajo la bandera de un progresismo que sólo intenta mantener el corporativismo más rancio y reaccionario'. Pero no sólo los rectores. Según Aznar, 'cuando se escuche decir a profesores, padres o alumnos, que se oponen a las reformas del Gobierno, hay que pensar si quien dice esto no está escondiendo intereses corporativistas, que plantean simplemente luchas ideológicas de hace 30 años'. Se comprenderá que si esto es lo que opina Aznar de la universidad, quiera meter mano para poner a raya a toda esta tropa de indeseables. Para lo cual ha decidido promulgar una nueva ley de universidades, cuyo proyecto ha merecido, no sólo el rechazo de todo el estamento universitario sino, también, de todos los grupos parlamentarios excepto, claro está, el PP, y de los presidentes de algunas comunidades, como Pujol o Ibarretxe, por invadir competencias que les son propias. (Zaplana no, porque está en la onda de su presidente de querer controlar la universidad, como muy bien viene demostrando con sus actuaciones). Y es que no cabe duda que estamos gobernados, tanto en Madrid como en Valencia, por dos verdaderos liberales. ¿Autonomía universitaria? Por motivos que no son del caso estoy repasando estos días documentación referente a la Federación Universitaria de Estudiantes y su actuación en la Universidad de Valencia. Este sindicato estudiantil propugnaba 'la defensa y el progreso de la universidad y de la cultura en su más amplia acepción y se proponía como meta la plena autonomía universitaria'. Algo bien distinto de lo que piensa Aznar y su conmilitón, Zaplana. Y menos mal que, como complemento de su ley, no pueden imponer un sindicato de afiliación obligatoria como lo fue el SEU, controlado por el Gobierno, como en la dictadura. De esto, por ahora, aún podemos librarnos.
fburguera@inves.es