Por la libertad sexual
La Administración Bush, en otra demostración de conservadurismo salvaje, admitió ayer, en unas escalofriantes declaraciones ante la próxima cumbre de la infancia de la ONU, que no aprobaría un texto que pueda 'apoyar o respaldar el asesoramiento sobre interrupciones del embarazo y la información a adolescentes sobre planificación familiar'. Ante una cumbre mundial y un documento de tal magnitud, no puedo dejar de horrorizarme ante las palabras, 'la abstinencia sexual como un comportamiento que favorece la salud'. Como joven y como mujer, consciente de las represiones y las mentiras que han rod...
La Administración Bush, en otra demostración de conservadurismo salvaje, admitió ayer, en unas escalofriantes declaraciones ante la próxima cumbre de la infancia de la ONU, que no aprobaría un texto que pueda 'apoyar o respaldar el asesoramiento sobre interrupciones del embarazo y la información a adolescentes sobre planificación familiar'. Ante una cumbre mundial y un documento de tal magnitud, no puedo dejar de horrorizarme ante las palabras, 'la abstinencia sexual como un comportamiento que favorece la salud'. Como joven y como mujer, consciente de las represiones y las mentiras que han rodeado durante siglos este tema, reivindico la urgente necesidad de romper de una vez por todas con los tabues, la hipocresía, y la doble moral, que envuelven a los besos, el coito, las caricias, la masturbación, etc. Y exijo el derecho a que los y las adolescentes sean educados sobre la sexualidad, para conocer y poder elegir su comportamiento sexual, para desarrollar una personalidad sana, lejos de miedos y de vergüenzas, y para promover la autoestima. En definitiva, de educar en libertad. No reconocer la necesidad de formar en este sentido significa que el actual gobierno estadounidense padecen una ceguera absoluta, y no son capaces de asesorar sobre la planificación familiar. No promover el uso del preservativo, que es el único método anticonceptivo que no permite la transmisión del Sida, es como no reconocer el derecho a tener una vida saludable. Luchar contra el sida debe ser una obligación de todos los gobiernos del mundo, y la prevención es una de las pocas soluciones frente a esta pandemia.