400.000 menores son víctimas del comercio sexual en EE UU

Un estudio revela la amplitud del problema

La explotación sexual de menores ha alcanzado proporciones de epidemia en Estados Unidos, donde alrededor de 400.000 chicos (el 1% de los menores de 18 años) están implicados en actividades de comercio sexual que van de la pornografía a las relaciones sexuales directas con mayores. El fenómeno, mayor de lo esperado, afecta igual a varones y mujeres, según un estudio presentado ayer por la Universidad de Pensilvania.

'La explotación sexual es la forma más oculta de abuso de menores que se da en Estados Unidos y en América del Norte. Es una epidemia no reconocida', manifestó ayer Richard ...

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La explotación sexual de menores ha alcanzado proporciones de epidemia en Estados Unidos, donde alrededor de 400.000 chicos (el 1% de los menores de 18 años) están implicados en actividades de comercio sexual que van de la pornografía a las relaciones sexuales directas con mayores. El fenómeno, mayor de lo esperado, afecta igual a varones y mujeres, según un estudio presentado ayer por la Universidad de Pensilvania.

'La explotación sexual es la forma más oculta de abuso de menores que se da en Estados Unidos y en América del Norte. Es una epidemia no reconocida', manifestó ayer Richard Estes, profesor de sociología y uno de los autores del trabajo La explotación sexual comercial de menores en EE UU, Canadá y México.

Estes y sus investigadores visitaron 28 ciudades de los tres países entre enero de 1999 y marzo de 2001, ciudades conocidas por tener este tipo de problema. De ellas, 17 eran de Estados Unidos. Tras entrevistarse con autoridades, con menores y extrapolar datos, los investigadores llegaron a unas cifras que les sorprendieron. 'Nunca pensamos que fuéramos a encontrar tantos menores en esta situación', dice Estes. A falta de dar a conocer cifras de Canadá y México, la conclusión para Estados Unidos es que entre 300.000 y 400.000 menores son objeto de abusos sexuales. Unos 122.000 habían escapado de casa, alrededor de 52.000 habían sido expulsados del hogar por padres o tutores y casi 7.000 procedían de hospitales para enfermos mentales. Los afectados son en su mayoría de clase media blanca. Menos de la cuarta parte ha crecido en hogares con privaciones.

El estudio establece que sólo el 4% de los abusos son perpetrados por extraños. En el 49% de los casos intervienen conocidos de fuera de casa (vecinos, profesores, entrenadores...) y en el 47% son los propios familiares los implicados. Muchos de los menores recurren al comercio sexual como medio de subsistencia.

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