Debate necesario
Va siendo hora, en el año en que se cumple el tercer centenario (1701-2001) del advenimiento de la Casa de los Borbones al trono de España, de que se abra un debate necesario; me refiero al del papel jugado por éstos en el pasado, así como el que les debería corresponder en el futuro próximo.
Sin embargo, mucho me temo que tal debate no llegará a existir. No hay duda de que es éste un tema tabú hoy día, en esta supuesta sociedad librepensadora en la cual sí se mantienen abiertos infinitos debates mucho menos relevantes e interesantes que éste. De hecho, el único debate público abierto a...
Va siendo hora, en el año en que se cumple el tercer centenario (1701-2001) del advenimiento de la Casa de los Borbones al trono de España, de que se abra un debate necesario; me refiero al del papel jugado por éstos en el pasado, así como el que les debería corresponder en el futuro próximo.
Sin embargo, mucho me temo que tal debate no llegará a existir. No hay duda de que es éste un tema tabú hoy día, en esta supuesta sociedad librepensadora en la cual sí se mantienen abiertos infinitos debates mucho menos relevantes e interesantes que éste. De hecho, el único debate público abierto ahora mismo, y que afecta a la jefatura del Estado, es el del posible noviazgo del heredero con una mujer plebeya y extranjera, aunque dicho debate (sobre la conveniencia o no de una futura reina con tales características) está llevándose a cabo desde las páginas del periodismo rosa o las de sociedad de los diarios, por no hablar de los espacios que tratan el tema en televisión...
Así es imposible que la sociedad se pregunte acerca de cuestiones verdaderamente importantes, cuestiones que en otros países ya llevan años discutiendo seriamente: Reino Unido, etcétera. Parece que existe un acuerdo tácito para repetir, cada vez que el tema intenta asomarse a los medios con un mínimo de seriedad, que la legitimidad del actual soberano está fuera de toda duda. Quizá sea así, pero lo cierto esque no ha habido oportunidad de demostrarlo fehacientemente, porque nunca se ha ido más allá de tal afirmación; ahí empieza y acaba todo debate. Pero en España padecemos un problema todavía mayor que el de la falta de debate serio, y es el de la ignorancia de la propia historia.
¿Qué han significado los Borbones para la historia de España? ¿Cuáles han sido sus actos (sus logros, pero también sus errores) y de qué modo han influido éstos en el devenir de los españoles? ¿Cuántos españoles sabrían responder a la pregunta de quién fue el primer rey Borbón, o cómo se llevó a cabo la restauración hace sólo 25 años? ¿Cuántos saben -o recuerdan- que la dictadura previa aniquiló un sistema de gobierno, la República, que se habían dado los españoles después de que el último de los Borbones -Alfonso XIII- dejara el país en manos de otra dictadura militar -Primo de Rivera, Berenguer- para por fin huir a Francia? No son cuestiones para tratar en la prensa rosa (por suerte, no lo hacen), han costado demasiadas vidas.
¿Debería casarse el heredero con una plebeya extranjera? Cuando Carlos II -último de los Austrias- murió en 1701 sin descendencia, las potencias europeas iniciaron una guerra que duró más de quince años para dilucidar qué 'casa real' se hacía con los dominios españoles, y en la propia España estalló otra guerra, la de Sucesión, entre partidarios de Borbones o Austrias. El resultado fue el Tratado de Utrech, por el cual se reconocía al pretendiente Borbón -Felipe V-, perdiéndose ante Gran Bretaña para tal apaño Gibraltar y Menorca, y poco después, y para siempre, la realidad de uno de los Estados que más había contribuido en el desarrollo de la España que heredaron los Borbones, la Corona de Aragón junto con los privilegios de sus reinos, que eligieron el bando equivocado. Seguramente, sea cual sea la decisión que tome ahora el heredero, no acarreará consecuencias tan graves como aquéllas, pero en cualquier caso habremos de enterarnos por la prensa rosa.