La Guardia Civil vio al ex subdelegado entrar en el local de masajes de Salou

El testimonio de varios agentes desmiente la versión de Raúl Navarro

Los informes de que dispone la Guardia Civil desmienten lo declarado hasta ahora por Raúl Navarro, ex subdelegado del Gobierno en Tarragona y militante del Partido Popular (PP), de que nunca frecuentó un local de masajes de Salou, considerado el centro de operaciones de una trama de concesión irregular de permisos de residencia a extranjeros. Agentes de este cuerpo vieron entrar en diversas ocasiones al subdelegado en el edificio donde se ubica este local y donde trabajaban las tres ciudadanas rusas que denunciaron a Navarro.

Raúl Navarro, que dimitió de su cargo el pasado 29 de agosto ...

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Los informes de que dispone la Guardia Civil desmienten lo declarado hasta ahora por Raúl Navarro, ex subdelegado del Gobierno en Tarragona y militante del Partido Popular (PP), de que nunca frecuentó un local de masajes de Salou, considerado el centro de operaciones de una trama de concesión irregular de permisos de residencia a extranjeros. Agentes de este cuerpo vieron entrar en diversas ocasiones al subdelegado en el edificio donde se ubica este local y donde trabajaban las tres ciudadanas rusas que denunciaron a Navarro.

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Raúl Navarro, que dimitió de su cargo el pasado 29 de agosto después de que tres ciudadanas rusas denunciaran que el ex subdelegado les prometió legalizar su residencia en España a cambio de favores sexuales, se ha mantenido siempre firme en que nunca visitó el centro de masajes Irisha de Salou. El ex subdelegado declaró que detrás de este asunto se encuentran las 'mafias rusas' que operan en la Costa Dorada.

Sin embargo, según confirmaron fuentes de la investigación, la Guardia Civil dispone de testigos que afirman lo contrario. Y los testigos son agentes del propio cuerpo que vieron a Navarro acceder, en diversas ocasiones, al edificio donde se halla el club de masajes. No obstante, las mismas fuentes rehusaron confirmar si disponen de pruebas fotográficas que muestren su presencia física en el mismo centro.

Al parecer, Navarro optó, tanto en su declaración ante el juez como en sus comparecencias públicas, por desmentir categóricamente que visitó el local de masajes porque un alto cargo del Partido Popular averiguó que la Guardia Civil carecía de fotos que demostraran este hecho. Pero se le ocultó que diversos agentes del cuerpo habían visto al ya ex subdelegado entrar en el inmueble.

Las mismas fuentes informaron de que la Guardia Civil sí que posee fotos de diversos clientes del local, pero rechazaron facilitar cualquier nombre y si entre ellos figuran otros dirigentes del PP.

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La investigación se centra en si desde la Dirección Provincial de Trabajo, que dirigió Raúl Navarro desde 1997 hasta que tomó posesión como subdelegado en 2000, se concedieron permisos de trabajo de forma irregular. En el ordenador incautado en el centro de masajes figuraban no sólo los teléfonos móviles de Navarro sino también los de algunos funcionarios, como por ejemplo el de su secretaria.

Los agentes de la Guardia Civil abrieron la investigación hace algo más de tres meses, cuando las tres ciudadanas rusas, que se dedican a la prostitución, denunciaron a Navarro. Desde entonces, según confirmaron diversas fuentes, la Dirección General de la Guardia Civil ordenó a la Comandancia de Tarragona que no facilitara al subdelegado información alguna sobre las operaciones que llevase a cabo, se tratasen o no de asuntos relaciones con este caso.

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