La mano de la ley persigue más allá de las fronteras

El principio de extraterritorialidad permite juzgar al turista acusado de un delito de explotación sexual de menores tanto por las leyes locales como por las de su país de origen. Gracias a este principio, nueve de los 22 países considerados como emisores de turistas han procesado a ciudadanos acusados de abusos en su lugar de vacaciones. Como consecuencia, 11 de ellos han sido condenados en Reino Unido, 8 en Francia, 7 en Australia, 3 en Países Bajos y 3 en Suiza, según datos de la ONG contra la prostitución, pornografía y tráfico de niños, Epact España. El mismo procedimiento ha facilitado l...

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El principio de extraterritorialidad permite juzgar al turista acusado de un delito de explotación sexual de menores tanto por las leyes locales como por las de su país de origen. Gracias a este principio, nueve de los 22 países considerados como emisores de turistas han procesado a ciudadanos acusados de abusos en su lugar de vacaciones. Como consecuencia, 11 de ellos han sido condenados en Reino Unido, 8 en Francia, 7 en Australia, 3 en Países Bajos y 3 en Suiza, según datos de la ONG contra la prostitución, pornografía y tráfico de niños, Epact España. El mismo procedimiento ha facilitado la detención de 45 turistas alemanes, 20 británicos, 17 australianos, 9 belgas y 9 franceses.

Más información

España forma parte de los 22 países que aceptan el principio de extraterritorialidad -en delitos relativos a prostitución y pornografía infantil-, aunque no todos lo aplican del mismo modo. No obstante, las últimas decisiones marco del Parlamento Europeo del pasado junio sobre tráfico de seres humanos y pornografía infantil instan a los países de la Unión a armonizar su legislación para llegar incluso a penalizar la intención de viajar con el fin de abusar de menores.

'Un niño es un niño. Es un niño. Es un niño...' La ONG Tierra de Hombres planea inundar con esta frase su página web en Alemania para recordar algo tan elemental como olvidado, la necesidad de proteger al niño, a cualquier niño.

Revolución italiana

Italia cuenta desde 1998 con una de las legislaciones más completas en la materia, junto con Suecia, Austria, Holanda y Reino Unido. Las agencias italianas están obligadas a incluir en sus folletos recomendaciones que disuadan al viajero de ejercer el turismo sexual con menores. Y en algunos vuelos se emiten anuncios denunciando esta práctica y recordando que en Italia es delito.

Este goteo informativo y legislativo ha cambiado la forma de pensar de algunos italianos. Aficionados a viajar a Cuba, país por el que compartían una fascinación parecida a la de esos españoles que acuden con regalos de tiendas de todo a cien para seducir a la necesitada población femenina. 'En 1999 los viajes a la isla cayeron en un 30%', dice Perla Goseco, coordinadora intenacional contra la explotación sexual de niños en el turismo.

Sorprendidos, los responsables del turismo sondearon el mercado. El estudio reveló que muchos italianos no querían que se los identificara con el turismo sexual, y Cuba era un referente. Desde entonces, los agentes turísticos ofrecen un enfoque de Cuba orientado al turismo familiar y a los viajes de novios, apoyándose en su cultura y en su música, un terreno abonado por la película Bella Vista Club Social.

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