El plante de los vigilantes privados saca a la luz falta de seguridad en el aeropuerto de Manises

Los trabajadores aseguran que hay servicios sin cubrir aunque Aena dice no tener constancia

La seguridad privada en el aeropuerto de Manises se encarga del control de pasajeros antes del pre-embarque, el control de maletas previo al traslado a las bodegas de los aviones y la vigilancia del párking y de las zonas comunes y accesos exteriores a través de cámaras en una zona de control. Una estimación de los propios vigilantes privados indica que serían necesarios el doble de efectivos, ajustados al horario marcado por el convenio, para cumplir adecuadamente la vigilancia.

Durante estos años, los vigilantes han soportado turnos superiores a los que deberían llegando en algunos ca...

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La seguridad privada en el aeropuerto de Manises se encarga del control de pasajeros antes del pre-embarque, el control de maletas previo al traslado a las bodegas de los aviones y la vigilancia del párking y de las zonas comunes y accesos exteriores a través de cámaras en una zona de control. Una estimación de los propios vigilantes privados indica que serían necesarios el doble de efectivos, ajustados al horario marcado por el convenio, para cumplir adecuadamente la vigilancia.

Durante estos años, los vigilantes han soportado turnos superiores a los que deberían llegando en algunos casos a doblar la jornada establecida, según explican algunos de ellos. 'Hay gente que ha hecho dos turnos seguidos', comenta uno de los vigilantes del aeropuerto.

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Estos trabajadores, según explican, cobran poco y hacen más horas extra de las que la ley permite. En teoría, la jornada marcada en convenio habla de 164 horas y 27 minutos al mes y de un máximo de 80 horas extra al año. Una situación que no se ajusta a la realidad. 'Quiero tener un sueldo digno y no matarme a horas', comenta uno de ellos. El exceso de horas extra y el hecho de que, como explica otro vigilante, no se cumplan los descansos de 13 horas entre turnos se traduce en que baje la calidad del servicio. 'No tiene que pasar nada, pero el día que pase...', explican. 'Después de 12 horas en la cinta de maletas uno sólo ve bultos en la pantalla del escáner', añaden. La empresa sabe que la vulneración del límite de horas extraordinarias por trabajador entraña una posible sanción administrativa, pero tal y como explica uno de los vigilantes 'prefiere pagar la multa'.

La negativa a realizar horas extra que, según estimaciones sindicales, ha aceptado un tercio de los empleados del sector, es consecuencia de la situación de los vigilantes y una medida de presión ante el convenio colectivo, que desde mediados de mayo negocian a nivel estatal las cuatro patronales y los sindicatos UGT, CC OO y USO. Entre las reivindicaciones, los representantes de los trabajadores piden un aumento salarial del 20% (que por el momento la patronal deja entre el 14% y el 15%) sobre un salario base de 98.276 pesetas brutas, que unidos a los pluses, también en bruto, se convierten en 120.943 pesetas al mes, según fuentes de UGT.

La patronal propone que se regule la realización de 40 horas extra al mes, cuando la legislación especifica un máximo de 80 al año. En cualquier caso, la empresa privada concesionaria de la seguridad en Manises, no es la única del sector que vulnera el límite de horas extra, según los propios vigilantes y los sindicatos.

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Este periódico ha tenido acceso a una denuncia presentada a la Inspección de Trabajo el 16 de julio de este año contra la empresa Vigilancia Integrada (Vinsa) por esta razón. La denuncia expone que la empresa obliga a los trabajadores 'a realizar jornadas superiores a las 164,27 solicitadas por ellos y reguladas en el convenio del sector, así como turnos de 12 y más horas seguidas de servicio no respetando el descanso de 13 horas entre la finalización de turno y el inicio del siguiente'.

Fuentes de la Inspección de Trabajo han indicado que otras tres empresas con fuerte presencia en el sector también han sido denunciadas por el mismo motivo. Lo que aparece como un conflicto laboral tiene consecuencias directas sobre la seguridad de este aeropuerto porque a la falta ya mencionada de vigilantes de seguridad se une la negativa de la plantilla a realizar horas adicionales.

Una situación que se traduce en que algunos controles no se realizan, como ocurrió en la madrugada del jueves 16 de agosto. En uno de los puntos en los que se controlan las maletas que van a las bodegas de los aviones no había ningún vigilante y se comprobó que su ausencia no era momentánea sino que el turno que discurre entre las 05.00 y las 13.00 horas no había sido cubierto.

La dirección de Aena en el aeropuerto valenciano, por su parte, evitó comentarios sobre lo que definió como un conflicto laboral de una empresa con la que subcontrata un servicio. La dirección de Manises, además, aseguró esta semana que no ha detectado ningún tipo de deficiencia en el servicio y que la empresa concesionaria de la seguridad cumple con las condiciones especificadas en el contrato. Un responsable en Valencia de la compañía Segur Ibérica afirma que 'los que no hacen horas extra ahora son los mismos que nunca antes las han hecho, un 30 ó 40% de la plantilla, y eso no está afectando al servicio, en absoluto, en todo caso afectará a quienes no quieren hacer uso de la posibilidad de aumentar su salario'.

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