Gays y lesbianas aplauden que el nuevo censo reconozca sus parejas

Las asociaciones prevén una cifra baja por miedo a la discriminación

'La entrevistadora que vino a hacer el último padrón se quedó estupefacta cuando le dijimos que éramos pareja. Carraspeó, dejó la casilla en blanco y nos preguntó la siguiente cuestión'. El próximo otoño, el agente censal que acuda a casa de estas dos mujeres lesbianas, Beatriz Gimeno y Boti García Rodrigo, podrá carraspear, pero en el formulario quedará marcada la casilla de pareja.

La decisión del INE de reconocer como pareja la formada por personas del mismo sexo recibe el aplauso cauteloso de las organizaciones de homosexuales. 'Favorece nuestra visibilidad', coinciden Gimeno...

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'La entrevistadora que vino a hacer el último padrón se quedó estupefacta cuando le dijimos que éramos pareja. Carraspeó, dejó la casilla en blanco y nos preguntó la siguiente cuestión'. El próximo otoño, el agente censal que acuda a casa de estas dos mujeres lesbianas, Beatriz Gimeno y Boti García Rodrigo, podrá carraspear, pero en el formulario quedará marcada la casilla de pareja.

La decisión del INE de reconocer como pareja la formada por personas del mismo sexo recibe el aplauso cauteloso de las organizaciones de homosexuales. 'Favorece nuestra visibilidad', coinciden Gimeno y García Rodrigo. La primera, secretaria general de la Federación Estatal de Lesbianas y Gays (FELG), añade: 'Además, este cambio puede ayudar a la normalización de nuestras opciones'.

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Entre los datos que arroje el censo de 2001, el INE prevé incluir el de parejas homosexuales (ver EL PAÍS de ayer). Y esto da lugar a algunas reticencias. 'No estaremos todos los que somos, pero sí seremos todos los que estemos', pronostica García Rodrigo, presidenta del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam). 'Todavía hay miedo a manifestarse como homosexual, por la marginación que sufrimos', aduce.

'A causa de la discriminación que padecemos, yo entendería que la gente se retrayera a la hora de declararse como pareja en el censo', apunta Pedro Zerolo, presidente de FELG. 'Como el dato de las uniones homosexuales será muy inferior al real, temo que pueda utilizarse políticamente para negarnos la equiparación con las parejas heterosexuales en derechos como el matrimonio o la adopción', advierte.

'En el fondo, parece incongruente que el Estado no reconozca nuestros derechos y, en cambio, nos permita censarnos como pareja', tercia Luis Sanz, secretario de organización de la Coordinadora Gai Lesbiana, con fuerza en Cataluña. Aunque responder los cuestionarios del censo es obligatorio, el INE señala que los ciudadanos pueden omitir los datos que reflejen su orientación sexual.

La estadística de hogares con uniones del mismo sexo excluirá a los gays y lesbianas que no viven en pareja. Pero puede arrojar luz sobre la diversidad de familias homosexuales. Boti y Beatriz entregarán sus formularios con los datos de tres personas. Ellas dos y un hijo. Aunque carraspee el agente censal.

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