Bajo sospecha

En julio de 2000 la empresa eléctrica Fecsa-Enher fue condenada a pagar 128 millones de pesetas a los afectados por un incendio en el municipio de Calders (Bages) que se había producido en julio de 1994 y que en dos días quemó 19.000 hectáreas en la Cataluña central.

Fue el caso más claro de implicación de la red eléctrica en un incendio. El fuego se inició por falta de mantenimiento en el tendido eléctrico. La empresa recurrió a todas las instancias judiciales para probar su inocencia, pero las declaraciones de los testigos, que habían visto salir chispas del cableado eléctrico, termi...

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En julio de 2000 la empresa eléctrica Fecsa-Enher fue condenada a pagar 128 millones de pesetas a los afectados por un incendio en el municipio de Calders (Bages) que se había producido en julio de 1994 y que en dos días quemó 19.000 hectáreas en la Cataluña central.

Fue el caso más claro de implicación de la red eléctrica en un incendio. El fuego se inició por falta de mantenimiento en el tendido eléctrico. La empresa recurrió a todas las instancias judiciales para probar su inocencia, pero las declaraciones de los testigos, que habían visto salir chispas del cableado eléctrico, terminaron de convencer a los jueces sobre la culpabilidad de Fecsa. El vínculo de la compañía eléctrica con los incendios no es nueva. En 1982 había sido acusada de provocar un incendio en Jorba (Anoia).

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Le siguieron una serie de denuncias que nunca fueron probadas. En 1997 la empresa fue relacionada con un incendio en Sant Pere de Ribes (Garraf), que afectó a 166 hectáreas.

En julio de 1998 se la vinculó con el incendio que arrasó 27.000 hectáreas de bosques y sembrados en Aguilar de Segarra (Bages). Un juez había encarcelado a dos jóvenes que resultaron ser inocentes. En 1999, Fecsa fue también acusada de que quemaran 20 hectáreas en Tortosa y luego fue la eléctrica la que acusó a Telefónica de originar otro incendio que se propagó por cuatro hectáreas en Vilanova i la Geltrú y Cubelles (Garraf).

En marzo de 2000, Fecsa fue, una vez más, acusada de provocar el fuego que quemó más de 500 hectáreas forestales en los términos municipales de Alcover (Alt Camp) y L'Albiol (Baix Camp). Todas las denuncias señalaban a la empresa como negligente por no mantener las líneas eléctricas en buen estado.

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