Un tercio de las conducciones andaluzas para el regadío están anticuadas o en mal estado

La inversión prevista en el Plan Nacional para la región es un 35% inferior a la media

El regadío absorbe la inmensa mayoría de los recursos hídricos; un 80% del agua que se consume en Andalucía nutre los campos de riego. Organizaciones agrarias y ecologistas, desde planteamientos opuestos, alertan desde hace años del derroche de agua que se produce por el deficiente estado de las conducciones. Los datos del Plan Nacional de Regadíos, aprobado el pasado mes por el Consejo de Ministros, evidencian la necesidad de una modernización urgente del sector: el agua aún se distribuye a través de cauces de tierra en 126.000 hectáreas y mediante acequias de hormigón con 'graves problemas d...

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El regadío absorbe la inmensa mayoría de los recursos hídricos; un 80% del agua que se consume en Andalucía nutre los campos de riego. Organizaciones agrarias y ecologistas, desde planteamientos opuestos, alertan desde hace años del derroche de agua que se produce por el deficiente estado de las conducciones. Los datos del Plan Nacional de Regadíos, aprobado el pasado mes por el Consejo de Ministros, evidencian la necesidad de una modernización urgente del sector: el agua aún se distribuye a través de cauces de tierra en 126.000 hectáreas y mediante acequias de hormigón con 'graves problemas de conservación' en otras 124.000 hectáreas. Casi una cuarta parte de los regadíos españoles con este tipo de infraestructura precaria se encuentran en Andalucía.

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El Plan Nacional también muestra que un 40% de los regadíos andaluces utiliza aún el sistema de gravedad (inundación), mucho más ineficaz (necesita más agua) que la aspersión o el goteo. Andalucía está, asimismo, a la cabeza de las comunidades que más emplean este sistema. Su sustitución y el cambio de las conducciones en mal estado 'justifica', según el Ministerio de Agricultura, la puesta en marcha de un 'programa de consolidación y mejora de los regadíos existentes', en el que se invertirán 508.000 millones de pesetas hasta 2008.

El ministerio atribuye a las pérdidas que se producen en las conducciones en mal estado y al derroche del sistema de gravedad los problemas que tienen muchas explotaciones para tener una dotación suficiente. El Plan considera que, en más de la mitad de la superficie regada en Andalucía (442.000 hectáreas), el suministro no alcanza ni tan siquiera el 75% del agua que necesitaría para tener una producción a pleno rendimiento.

A pesar de su diagnóstico, que sitúa a Andalucía entre las más necesitadas de inversión para modernizar sus infraestructuras, el programa de 'mejora' no deja en buen lugar a la comunidad. El Plan prevé 83.903 millones para 'consolidar' el regadío andaluz existente; un 16% de todo el programa para 288.000 hectáreas, el 25% de la superficie regada en España. En definitiva, en Andalucía se invertirán 290.590 de pesetas por hectárea, frente a la media estatal de 448.000 pesetas por hectárea o al millón de pesetas por hectárea que recibirá el regadío de La Rioja. Sólo Madrid y Cantabria tendrán menos inversión.

Esta menor inversión (35% inferior a la media nacional) contrasta con otros datos recogidos en el propio Plan Nacional. Según la Plataforma del Guadalquivir, los regadíos andaluces se encuentran entre los más rentables y la modernización provoca un fuerte incremento de mano de obra contratada. Con los 83.903 millones previstos se garantizarán 18.792 puestos de trabajo anuales en las explotaciones de la región, mientras que en casi todas las demás comunidades, las medidas de mejora implicarán una destrucción neta de empleo.

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Labores de riego, en una finca de la provincia de Sevilla.GARCÍA CORDERO

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