La UE reclama claridad a Italia tras conocer que tiene un 'agujero' de cinco billones en las cuentas públicas

Pedro Solbes, comisario europeo de Asuntos Económicos, pidió ayer claridad a Italia sobre las verdaderas dimensiones de su déficit público después de que una declaración del ministro de Economía Giulio Tremonti, que en la televisión estatal desveló el miércoles por la noche que el agujero en las cuentas del Estado se sitúa entre 45 billones de liras (3,8 billones de pesetas) y 62 billones de liras (5,2 billones de pesetas).

Esas cifras distan mucho de las que Tremonti había manejado en la reunión de los ministros de Economía de la UE, celebrada el día anterior. 'Hay ambigüedades...

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Pedro Solbes, comisario europeo de Asuntos Económicos, pidió ayer claridad a Italia sobre las verdaderas dimensiones de su déficit público después de que una declaración del ministro de Economía Giulio Tremonti, que en la televisión estatal desveló el miércoles por la noche que el agujero en las cuentas del Estado se sitúa entre 45 billones de liras (3,8 billones de pesetas) y 62 billones de liras (5,2 billones de pesetas).

Esas cifras distan mucho de las que Tremonti había manejado en la reunión de los ministros de Economía de la UE, celebrada el día anterior. 'Hay ambigüedades en el documento que tendrán que ser aclaradas', dijo ayer Solbes.

Pese a la difícil situación de las cuentas, Tremonti insistió en que no 'habrá carnicería alguna' en los próximos presupuestos y aseguró que el déficti se cubrirá con el dinero de nuevas privatizaciones, una mayor liberalización de la economía y, obviamente, un mayor recorte de gastos. El ministro advirtió, además, de que será necesario proceder a la reforma de la sanidad y las pensiones.

Conflicto político

La irritación que ha provocado en Bruselas el anuncio de Tremonti es insignificante comparada con la polémica que ha desatado en Italia. La oposición de centro-izquierda teme que el déficit sea utilizado como coartada por el Ejecutivo para no hacer frente a las promesas de reducción de impuestos y aumento de las pensiones mínimas hechas durante la campaña electoral. Y lo más inquietante es que también el Banco de Italia ha elevado a 5,2 billones de pesetas el dinero que falta para cubrir los gastos presupuestados en 2001.

Por su parte, los tres sindicatos mayoritarios (CGIL, CISL y UIL) criticaron duramente la decisión del ministro de informar en televisión sobre las cuentas públicas cuando, en la reunión previa mantenida con ellos no había hecho el menor comentario sobre agujero.

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