Una encuesta revela que el 40% de los niños de 11 a 13 años quiere adelgazar
El culto al cuerpo y la obsesión por adelgazar afectan a un público cada vez más joven. El 40% de los escolares de entre 11 y 13 años de la provincia de Barcelona reconoce que les gustaría adelgazar, según una encuesta del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. El estudio, que alerta sobre el crecimiento de los problemas alimentarios entre preadolescentes, revela que el 23% de las niñas de esta edad y el 18% de los niños ya han realizado algún tipo de dieta con la intención de perder peso.
El 60% de los encuestados que dice querer adelgazar son chicas, y dentro de este grupo hay una par...
El culto al cuerpo y la obsesión por adelgazar afectan a un público cada vez más joven. El 40% de los escolares de entre 11 y 13 años de la provincia de Barcelona reconoce que les gustaría adelgazar, según una encuesta del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. El estudio, que alerta sobre el crecimiento de los problemas alimentarios entre preadolescentes, revela que el 23% de las niñas de esta edad y el 18% de los niños ya han realizado algún tipo de dieta con la intención de perder peso.
El 60% de los encuestados que dice querer adelgazar son chicas, y dentro de este grupo hay una parte importante que ya está por debajo del peso recomendado. Así las cosas, el 19% de las niñas con un peso inferior al normal quiere mantenerlo o incluso adelgazar más.
La encuesta del Colegio de Farmacéuticos, realizada con una muestra de 2.300 escolares, también revela que las niñas mantienen unos hábitos alimenticios mejores que los niños. El 52% de las niñas dice comer fruta, frente al 45% de los niños. Ellas también ingieren más verduras y legumbres y beben menos refrescos que los niños. Las niñas, en cambio, son las que se someten a dieta con más frecuencia. El 23% de ellas admite haber hecho dieta, frente al 18% de los chicos.
La vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, Teresa Bassons, considera que el principal problema de la alimentación infantil recae en la falta de control de los padres. 'Cada vez hay más niños que almuerzan solos en casa o que aprovechan la hora de las comidas para mirar la televisión o jugar con la consola', afirma. El 80% de los encuestados mira la televisión mientras come.