CULTURA

El historiador Moreno Gómez recuerda la lucha de los guerrilleros contra la dictadura de Franco

La Sierra de Sevilla y zonas de Córdoba y Jaén fueron focos de la resistencia antifascista

Moreno Gómez estuvo acompañado en la presentación de su libro, en la Casa de la Provincia, por el ex guerrillero Francisco Martínez, Quico; la secretaria general de la Asociación Guerra y Exilio, Dolores Cabra, y el vicepresidente de la Diputación de Sevilla, Manuel Copete. Doctor en Filosofía y Letras y catedrático de instituto en Getafe (Madrid), Moreno Gómez es autor de La República y la guerra civil en Córdoba, La Masonería en Córdoba, La guerra civil en Córdoba y Córdoba en la posguerra (la represión y la guerrilla, 1939-1950).

Moreno Gómez ha 'empleado 15 años...

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Moreno Gómez estuvo acompañado en la presentación de su libro, en la Casa de la Provincia, por el ex guerrillero Francisco Martínez, Quico; la secretaria general de la Asociación Guerra y Exilio, Dolores Cabra, y el vicepresidente de la Diputación de Sevilla, Manuel Copete. Doctor en Filosofía y Letras y catedrático de instituto en Getafe (Madrid), Moreno Gómez es autor de La República y la guerra civil en Córdoba, La Masonería en Córdoba, La guerra civil en Córdoba y Córdoba en la posguerra (la represión y la guerrilla, 1939-1950).

Moreno Gómez ha 'empleado 15 años de trabajo' en la elaboración de La resistencia armada contra Franco, que ha sido publicado por la Editorial Crítica. 'El maquis es como un fleco de la guerra civil. Empieza por los que se niegan a ser vencidos. Son una minoría de la España vencida. El fenómeno echa sus raíces con los que huyen de la represión franquista, de los campos de concentración... De no haber existido una política vengativa por parte de los vencedores, el maquis no hubiera existido o hubiera existido de otra manera', comentó Moreno Gómez.

Fascismo italo-alemán 'La transformación de esa masa en guerrillas se produce entre 1944 y 1945 en el contexto de la retirada del fascismo italo-alemán', indicó. Con todo, 'sólo el Partido Comunista apostó por formar las guerrillas en España', matizó el autor. 'Se traspusieron a España los esquemas que tuvieron éxito en Francia, Italia y Yugoslavia con los partisanos y los maquisards', agregó. Las guerrillas contaron, a su juicio, con unos 7.000 hombres.

Moreno Gómez distinguió cuatro zonas geográficas que 'necesitan investigación': el norte, Levante, el centro-sur ('de Madrid al Guadalquivir, en la que he centrado mi libro', dijo) y la Penibética (Granada, Málaga y Cádiz). El rastreo de Moreno Gómez por el papel de las guerrillas en Córdoba, Jaén, la Sierra de Sevilla, Ciudad Real, Toledo, Extremadura, Albacete, Ávila, Madrid y Cuenca ha aportado luz a un pasado envuelto en sombras.

Entre las aportaciones de su libro destacó el 'descubrimiento del maquis en la Sierra de Sevilla, algo de lo que no se sabía nada'. Localidades como Constantina, Cazalla de la Sierra, Navas de la Concepción, Alanís, Guadalcanal, El Pedroso y Aznalcóllar fueron escenario de las operaciones de la guerrilla. La represión fue salvaje. Las autoridades franquistas trataron a los guerrilleros como alimañas a las que 'se aplicaba el paseo y la ley de fugas'.

La Sierra de Sevilla, Córdoba y Jaén fueron el territorio de una persecución que duró hasta los años cincuenta. Abandonados por las democracias europeas, los mismos guerrilleros que eran venerados como héroes en Francia y sus enlaces fueron perseguidos con saña por la Guardia Civil. Moreno Gómez detalla en su libro 'ejecuciones sumarias de personal civil, de enlaces y colaboradores de la guerrilla', hombres cuyo delito se reducía a oponerse a la dictadura de Franco. Campesinos paseados o 'acribillados a balazos en su chozo' muestran a las claras la política de terror puesta en marcha por los franquistas.

El campo se convirtió en una jaula. Los últimos guerrilleros, supervivientes de todas las violencias, 'intentaron camuflarse en las grandes ciudades'. Muchos de ellos recalaron en Sevilla con la esperanza de pasar desapercibidos. 'Alguno sobrevivió; pero la mayoría no', resumió Moreno Gómez. Fueron asesinados o capturados.

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