OPINIÓN DEL LECTOR

La Casa de las Flores

El suplemento Madrid de su periódico publicaba, el pasado 16 de junio, un artículo titulado La poesía de Pablo Neruda vuelve a La Casa de las Flores, con la firma de R. F. Por una parte deseo agradecer esta reseña breve pero elocuente, y por otra me parece indispensable aclarar dos afirmaciones:

1. El redactor sostiene que 'el acto había sido coorganizado por la Consejería de Cultura de la Embajada de Chile, que consiguió disipar recientes querellas'. ¿Cuáles querellas? No se dice. En nuestra embajada no existen las querellas. Y en particular en este acto, simplemente mági...

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El suplemento Madrid de su periódico publicaba, el pasado 16 de junio, un artículo titulado La poesía de Pablo Neruda vuelve a La Casa de las Flores, con la firma de R. F. Por una parte deseo agradecer esta reseña breve pero elocuente, y por otra me parece indispensable aclarar dos afirmaciones:

1. El redactor sostiene que 'el acto había sido coorganizado por la Consejería de Cultura de la Embajada de Chile, que consiguió disipar recientes querellas'. ¿Cuáles querellas? No se dice. En nuestra embajada no existen las querellas. Y en particular en este acto, simplemente mágico, sólo pudimos percibir emoción, alegría y un trabajo intenso y armonioso entre el personal de la embajada, los vecinos y quienes nos apoyaron para realizarlo.

2. En el mismo párrafo leemos: 'Una numerosa afluencia de público escuchó conmovida la música y la palabra, bajo los árboles que crecen entre flores en el patio de la gran casa madrileña, cuyos vecinos han logrado rehabilitarla tras una prolongada lucha con las autoridades municipales'. La afirmación confunde los hechos. Éstos son que los vecinos, muy bien organizados, están gestionando, sin ninguna dificultad, la poda y sustitución de los árboles del jardín, un recinto privado que, al igual que los edificios que conforman La Casa de las Flores, se halla protegido por las ordenanzas vigentes.

El Ayuntamiento, en especial el equipo del concejal de Cultura, Fernando Martínez, no sólo colaboraron con la embajada y con los vecinos, sino que proporcionaron toda la infraestructura, escenario, luces, megafonía y el personal que hizo posible el acto. Lo mismo ocurrió con Telefónica, sin cuyo patrocinio aquella noche inolvidable no habría sido posible, ni habríamos podido restaurar el jardín, en toda su evocadora belleza original.

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