COYUNTURA AGRARIA

Un negocio de fango

Los vecinos del pueblo leridano de Golmés echan un capote a los granjeros de la explotación Bonjoch, una de las tres en Cataluña en las que se han detectado brotes de peste porcina clásica. '¿Qué vamos a decir?'.

Están desmoralizados, aunque esta epidemia vuelve muy real aquel dicho: Negocios de sangre, negocios de fango. 'Con seres vivos por medio, todo se puede ir siempre al carajo'. El electricista que contempla el relevo de la patrulla de Mossos d'Esquadra, a unos metros de la granja Bonjoch, se encoge de hombros y se da la vuelta. Su reacción es muy similar a la de los vecinos de l...

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Los vecinos del pueblo leridano de Golmés echan un capote a los granjeros de la explotación Bonjoch, una de las tres en Cataluña en las que se han detectado brotes de peste porcina clásica. '¿Qué vamos a decir?'.

Están desmoralizados, aunque esta epidemia vuelve muy real aquel dicho: Negocios de sangre, negocios de fango. 'Con seres vivos por medio, todo se puede ir siempre al carajo'. El electricista que contempla el relevo de la patrulla de Mossos d'Esquadra, a unos metros de la granja Bonjoch, se encoge de hombros y se da la vuelta. Su reacción es muy similar a la de los vecinos de la primera explotación en la que se detectó la enfermedad, la granja propiedad de Amadeo Roig, 40 kilómetros más lejos, en la localidad de Soses. Algunas de las granjas incluso tendrán que trasladar a los cerdos para ser incinerados, en vez de enterrarlos en cal viva, por la humedad del suelo.

Más información

La peste ha vuelto a convertir en negocio de fango la actividad porcina, que toca el corazón de Lleida. Una cuarta parte del empleo en la provincia está directa o indirectamente relacionada con el sector porcino. En Cataluña, cuya cabaña representa un 28% del total español, mueve mucho dinero. Para hacerse una idea, basta sólo con multiplicar las 6 millones de cabezas de esta comunidad por las cerca de 22.000 pesetas que puede costar cada una de ellas una vez engordado el animal. El proceso de engorde de los cerdos suele durar alrededor de cuatro meses, así que la cifra que se mueve al año puede rondar los 400.000 millones de pesetas.

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