Huétor Vega convoca una marcha de repulsa contra la violencia de género

La corporación municipal someterá a aprobación un pronunciamiento en contra de la violencia doméstica y, en concreto, contra el caso de Rosario Ortega, la mujer a la que su esposo arrojó de un empujón a sangre fría a la pisicina y luego, cuando intentaba salir, la golpeó con un tubó metálico hasta morir. A continuación saldrá una manifestación desde la plaza del Ayuntamiento a la de la Cañadilla donde el alcalde, Félix Márquez, leerá un nota de repulsa que abarcará cuantos actos se cometen a diario y tienen como víctima a la mujer.

Varios ayuntamientos de los alrededores de Granada, la...

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La corporación municipal someterá a aprobación un pronunciamiento en contra de la violencia doméstica y, en concreto, contra el caso de Rosario Ortega, la mujer a la que su esposo arrojó de un empujón a sangre fría a la pisicina y luego, cuando intentaba salir, la golpeó con un tubó metálico hasta morir. A continuación saldrá una manifestación desde la plaza del Ayuntamiento a la de la Cañadilla donde el alcalde, Félix Márquez, leerá un nota de repulsa que abarcará cuantos actos se cometen a diario y tienen como víctima a la mujer.

Varios ayuntamientos de los alrededores de Granada, las áreas de la Mujer de la Junta de Andalucía y de la Diputación, y los centros de Información a la Mujer de la provincia granadina han anunciado que secundarán la marcha de Huétor Vega.

El asesinato de Rosa Ortega a manos de su esposo reúne todos los absurdos y crueles componentes de los crímenes domésticos. Amadeo B. R. no tenía, salvo una ciega inclinación a eliminarla, ningún motivo que justificara su odio. El miércoles por la mañana, cuando pasaba junto a la piscina de la casa familiar de Huétor Vega, la tiró al agua y luego la golpeó en la cabeza hasta cuatro veces.

Trató de limpiar mal que bien los restos de sangre, se deshizo de sus ropas manchadas y para simular un accidente drogó al perro y lo arrojó al agua. Se exhibió por las calles en busca de testigos que probaran su tosca coartada y cuando regresó a su casa llamó a la Guardia Civil. Sin embargo, los investigadores reunieron pruebas suficientes para convertirlo en el principal sospechoso y que confesara.

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