Cartas al director

Acoso moral

Hace unos días publicaron ustedes un fantástico artículo acerca del acoso moral. Mis felicitaciones no solamente a los investigadores que están trabajando en este espinoso problema, sino a la periodista que supo señalar los aspectos claves.

El acoso moral es algo muy extendido en la Administración pública, lo conozco bien y lo conozco de cerca. Por ello, hay aspectos que considero importante resaltar:

1. El acosador necesita la colaboración tanto de los responsables del departamento o equipo de trabajo como del grupo de iguales. Es más, actúa a través de ellos. Los respons...

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Hace unos días publicaron ustedes un fantástico artículo acerca del acoso moral. Mis felicitaciones no solamente a los investigadores que están trabajando en este espinoso problema, sino a la periodista que supo señalar los aspectos claves.

El acoso moral es algo muy extendido en la Administración pública, lo conozco bien y lo conozco de cerca. Por ello, hay aspectos que considero importante resaltar:

1. El acosador necesita la colaboración tanto de los responsables del departamento o equipo de trabajo como del grupo de iguales. Es más, actúa a través de ellos. Los responsables miran hacia otro lado o se escudan en el 'algo habrá hecho' el acosado. El grupo de iguales colabora con el silencio y el ostracismo por múltiples razones: 'Para que no sea yo mañana el elegido' (las más de las veces) o porque 'de ésta me puedo quedar con su puesto'.

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2. Al tratarse de un maltrato psicológico, se realiza de una manera muy sutil, con mensajes subliminales, una auténtica 'luz de gas', que tiende a mermar la fuerza moral del acosado sin que aparentemente se perciban signos externos de maltrato. ¿Quién puede acusar a nadie de haber olvidado el saludo?

3. Al igual que el acoso sexual, ambos son signos de una grave situación: la falta de democracia interna en los ambientes de trabajo. En el caso concreto de la Administración pública, se daría mucho menos si se respetaran las reglas del juego: concursos claros y decididos desde la imparcialidad para traslados y jefaturas, acceso a la función pública de acuerdo a los principios de mérito y capacidad, relación de puestos de trabajo considerando los méritos propios de la función y no los méritos extralaborales del funcionario (afinidad política, pelotilleo o posibilidad de ascenso social a través de su amistad).

4. No faltan las ocasiones en las que el acoso moral se produce para mermar toda la credibilidad de quien pudiera manifestar su desacuerdo acerca de la manera en la que se están administrando los fondos públicos.

Dejo al lector que evalúe la gravedad del tema e invito a las víctimas a organizarse, buscar ayuda profesional y jurídica y denunciar. No olviden que los hostigadores necesitan del secreto, del aislamiento y de la autoculpabilización de la misma.

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