El circo de la justicia final en Indiana

Miles de personas quieren acudir a la ciudad de Terre Haute, donde será ejecutado el terrorista

Mientras los supervivientes y familiares de víctimas del atentado de Oklahoma City conmemoraban con 168 segundos de silencio el sexto aniversario de la tragedia, la provinciana ciudad de Terre Haute, en Indiana, se preparaba con inquietud ante el circo que se le viene encima. En las afueras de Terre Haute está la prisión federal en la que el 16 de mayo será ejecutado Timothy McVeigh, el terrorista de Oklahoma. Miles de personas, desde periodistas a partidarios y enemigos de la pena de muerte, pasando por meros curiosos, se aprestan a desembarcar allí. No quieren perderse la llamada ...

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Mientras los supervivientes y familiares de víctimas del atentado de Oklahoma City conmemoraban con 168 segundos de silencio el sexto aniversario de la tragedia, la provinciana ciudad de Terre Haute, en Indiana, se preparaba con inquietud ante el circo que se le viene encima. En las afueras de Terre Haute está la prisión federal en la que el 16 de mayo será ejecutado Timothy McVeigh, el terrorista de Oklahoma. Miles de personas, desde periodistas a partidarios y enemigos de la pena de muerte, pasando por meros curiosos, se aprestan a desembarcar allí. No quieren perderse la llamada superbowl de las ejecuciones. La pasión norteamericana por el espectáculo, el mayoritario apoyo a la pena capital y los sentimientos de venganza que sigue despertando el atentado de Oklahoma, el más sangriento en suelo estadounidense, están convirtiendo las vísperas de la ejecución en algo lamentable. El arzobispo de Washington, Theodore McCarrick, habló ayer de 'espectáculo de Coliseo romano'.

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El sexto aniversario del atentado se conmemoró en una capilla de Oklahoma. Muchos de los asistentes al acto se reunieron hace unas semanas con el fiscal general, John Ashcroft, para expresarle el deseo de ver morir al terrorista. Un deseo que Ashcroft encontró razonable y al que dio satisfacción autorizando que la ejecución sea televisada por circuito cerrado para los supervivientes y familiares de las víctimas. Además, 10 de ellos asistirán directamente a la muerte de McVeigh en la prisión de Indiana. Eso deja fuera a mucha gente, empezando por los 1.500 periodistas acreditados para cubrir la primera ejecución del Gobierno federal desde 1963, y a los miles de particulares que desembarcarán en Terre Haute: unos, para protestar por la pena de muerte; los más, para aplaudirla, y casi todos, por curiosidad. Es una gran oportunidad para hacer negocio, el principio fundamental de la nación estadounidense, así que Judiht Anderson, alcaldesa de Terre Haute, confirmó que el Ayuntamiento está desbordado con llamadas de gente que pide permiso para montar tenderetes de chapas y camisetas conmemorativas de la ejecución. La casa de subastas virtual eBay vende una camiseta con una jeringa y el lema 'Justicia final'. Y en Little Cee, la pizzería más próxima a la prisión, se ha encargado material extra para abastecer la demanda de ese día.

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