La oposición pide que los curas violadores de monjas sean juzgados
Todos los grupos parlamentarios, menos PP y CiU, suscribieron ayer una declaración que pide que los curas violadores de monjas en 23 países sean detenidos y juzgados. PSOE, IU, PNV, Coalición Canaria y Grupo Mixto (BNG y CHA) suscriben 'plenamente' la resolución del Parlamento Europeo del pasado día 5, condenan la violencia sexual contra religiosas católicas y manifiestan su solidaridad con las víctimas.
Los partidos piden al Vaticano que tome 'en serio las acusaciones de abusos sexuales en sus organizaciones, coopere con las autoridades judiciales y aparte a los autores de sus funcione...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Todos los grupos parlamentarios, menos PP y CiU, suscribieron ayer una declaración que pide que los curas violadores de monjas en 23 países sean detenidos y juzgados. PSOE, IU, PNV, Coalición Canaria y Grupo Mixto (BNG y CHA) suscriben 'plenamente' la resolución del Parlamento Europeo del pasado día 5, condenan la violencia sexual contra religiosas católicas y manifiestan su solidaridad con las víctimas.
Los partidos piden al Vaticano que tome 'en serio las acusaciones de abusos sexuales en sus organizaciones, coopere con las autoridades judiciales y aparte a los autores de sus funciones oficiales'.
La declaración se basa en los informes presentados al Vaticano por las hermanas Maura O'Donohue y Marie McDonald, que denuncian 'todo tipo de abusos y acoso sexual, casos extremos de abortos impuestos, exigencias cotidianas a las novicias para proveerles de documentos, sumisión de feligresas y sus familias a los caprichos del párroco, y excesiva indulgencia de los obispos con los sacerdotes que han cometido agresiones contra monjas y novicias'.
Tras constatar que 'la situación ha sido agravada por la extensión del sida', que ha convertido a las religiosas en un grupo 'seguro' sanitariamente, la declaración señala: 'Sabemos que la posición de la mujer en la Iglesia siempre ha sido de segundo orden. Sabemos que a las monjas se las forma para servir y obedecer. Sabemos de la autoridad moral que los sacerdotes ejercen'. El escrito coincide con la hermana McDonald en que 'hay que atajar un problema que aumenta'.