Montoro rechaza tocar el límite de la deuda autonómica y pide a la Generalitat más disciplina presupuestaria

El coste real de la Sanidad y la Educación públicas desborda la capacidad presupuestaria de la Generalitat año tras año, como reconocen en privado los más altos responsables del Consell. Según publicaba Cinco Días en su edición de ayer, el exceso de gasto ha llevado a la Generalitat a solicitar al Ministerio de Hacienda cierta flexibilidad a la hora de fijar los límites de deuda y déficit que pueden permitirse las arcas valencianas. Pero Cristóbal Montoro, ministro del ramo, ha rechazado tajantemente tal posibilidad puesto que podría provocar una reacción en cadena del resto de gobierno...

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El coste real de la Sanidad y la Educación públicas desborda la capacidad presupuestaria de la Generalitat año tras año, como reconocen en privado los más altos responsables del Consell. Según publicaba Cinco Días en su edición de ayer, el exceso de gasto ha llevado a la Generalitat a solicitar al Ministerio de Hacienda cierta flexibilidad a la hora de fijar los límites de deuda y déficit que pueden permitirse las arcas valencianas. Pero Cristóbal Montoro, ministro del ramo, ha rechazado tajantemente tal posibilidad puesto que podría provocar una reacción en cadena del resto de gobiernos autonómicos sometidos a restricciones paralelas.

La deuda de la Generalitat valenciana ha crecido de manera exponencial durante los últimos cinco años. Los valencianos han alcanzado el dudoso honor de acumular el mayor porcentaje de deuda sobre el PIB autonómico en el conjunto del Estado. Pero el recurso al endeudamiento crece de manera inexorable.

La reciente constitución de una sociedad pública sujeta a derecho privado para asumir las multimillonarias actuaciones necesarias para cumplir las exigencias del mapa escolar de la Comunidad Valenciana es sólo la última cuenta de un rosario de empresas instrumentales constituidas bajo la presidencia de Eduardo Zaplana, del PP, para afrontar las más diversas actuaciones, desde parques temáticos hasta circuitos de motociclismo.

Montoro recordó hace poco que trasladar las deudas de la Administración a empresas instrumentales es una práctica perversa, porque, a la postre, todos los fondos públicos proceden del mismo saco. Y ahora se ha renovado las exigencias de rigor para evitar tratos de favor frente a otras autonomías.

Un diputado andalucista recordó el riesgo en el reciente debate de la ley de estabilidad presupuestaria en el pleno del Congreso, cuando aludió a la Comunidad Valenciana como 'bombilla roja del despilfarro'.

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