Menos papas en Cádiz
Hace sólo unos días, quien diseñara y encabezara la gestión de las muy duras condiciones en que hubo de acometerse la prejubilación o marcha a Algeciras y Barcelona de nuestros portuarios, el anterior presidente (PP) de la Autoridad Portuaria, sintió la necesidad de solidarizarse en público con un gestor que al parecer nos llovió -como su jefa y su gran jefe- desde el cielo, y quien presuntamente habría impulsado los muelles de la Bahía de Cádiz en los últimos cinco años, diciéndosenos a los gaditanos que con su gestión divina incrementó (¿) en 2.500 los puestos de trabajo con que contaba la Z...
Hace sólo unos días, quien diseñara y encabezara la gestión de las muy duras condiciones en que hubo de acometerse la prejubilación o marcha a Algeciras y Barcelona de nuestros portuarios, el anterior presidente (PP) de la Autoridad Portuaria, sintió la necesidad de solidarizarse en público con un gestor que al parecer nos llovió -como su jefa y su gran jefe- desde el cielo, y quien presuntamente habría impulsado los muelles de la Bahía de Cádiz en los últimos cinco años, diciéndosenos a los gaditanos que con su gestión divina incrementó (¿) en 2.500 los puestos de trabajo con que contaba la Zona Franca en la fecha de su advenimiento, en 1996.
El gestor en cuestión, investido de delegado del Estado y nombrado por el (PP) Gobierno, se marchó dolido, incomprendido y 'amargado', pues no encontró aquí, en el suelo de Cádiz, delegación constitucional alguna que quisiera, en el nombre del pueblo, fiscalizar y visar sus cuentas por su carácter de 'sagradas', quizá.
Por otro lado, el concejal de Fomento de Parques y Salinas, en el último pleno celebrado por nuestro Ayuntamiento, manifestó que sólo restan ya 500 empleos (Corte Inglés: papitas) para que la alcaldesa (PP) diera cumplimiento a su promesa: reducir en 5.000 el número de los 16.000 desempleados que al llegar, en 1995, encontrara sobre la mesa.
Esto es, para quedarnos igual o peor de lo que ya estábamos, pues cuando tal promesa se hizo no se conocían: la marcha de CASA (menos papas), ni tampoco los planes de las prejubilaciones, despidos/traslados instados por Tabacalera/Altadis (menos papas).
Y todo en un periodo de bonanza económica el que se nos dice que nunca como ahora se hicieron mayores inversiones en Cádiz: más de 100.000 millones de pesetas. ¿Dónde están?, ¿a plazo fijo? A pesar de tan descomunal inversión, en esos cinco años se marcharon de aquí 10.000 paisanos: ¿por qué no cesan de volar de aquí tanta gente; tantas papas?
Los números son tercos pero claros, por lo que alguien nos miente: el ex presidente nauta, el 'divino' delegado saliente, el concejal-digital o la alcaldesa-presidente.
Ya es hora de hacer las cuentas y de hacerlas bien, con luz y taquígrafos y, si fuera posible, delante de un juez, empezando por las del dimitido delegado de la Zona Franca; lo que digan sus amigos, de él, lo que de promesas hablen presuntos gestores de Parques y Salinas, no son más que pamplinas de la plaza Mina, pues, como muchos gaditanos, yo me reafirmo en el convencimiento de encontrarme delante de lo mismo; de los que -éstos de ahora- dicen que había antes: de los del 'maletín', los de la 'chapuza' y los de la 'doble moralina'.