El precio del calzado sube un 10% por el mal de las 'vacas locas'

Pero la patronal considera que otros factores como el cambio del dólar o el aprovisionamiento de algunos fabricantes amenazan con elevar el precio del calzado hasta un 12% En los últimos seis meses, el precio del calzado -principal industria de la ciudad de Elche- se ha elevado entre un siete y un diez por ciento como consecuencia de la crisis de las vacas locas, que reduce las posibilidades de aprovisionamiento de piel. En opinión de Pedro Méndez, secretario general de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche, el incremento habría sido mayor de no tener el mercado de la piel ...

Pero la patronal considera que otros factores como el cambio del dólar o el aprovisionamiento de algunos fabricantes amenazan con elevar el precio del calzado hasta un 12% En los últimos seis meses, el precio del calzado -principal industria de la ciudad de Elche- se ha elevado entre un siete y un diez por ciento como consecuencia de la crisis de las vacas locas, que reduce las posibilidades de aprovisionamiento de piel. En opinión de Pedro Méndez, secretario general de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche, el incremento habría sido mayor de no tener el mercado de la piel un carácter internacional.

De las 120.000 toneladas de cuero que importa España, tan sólo una tercera parte proviene de Europa -único continente donde se ha extendido el virus de la encefalopatía espongiforme bovina-. Sin embargo, el precio mundial de la piel ha registrado un aumento del 40%, cifra que, en opinión de Pedro Méndez, se multiplicaría si la crisis del sector ganadero acabara con el mercado europeo. Además, el cambio del dólar con respecto al euro encarece las compras a Estados Unidos, por lo que un desplazamiento de las importaciones de Europa a Norteamérica tampoco mejoraría la situación.

Por el contrario Manuel Ríos, presidente de la Federación de Empresarios del Curtido (FECUR), afirma que el mercado de la piel es 'tan amplio que prácticamente no ha cambiado'.

El mal de las vacas locas -producido por el virus de la encefalopatía espongiforme bovina- ha obligado a las autoridades sanitarias europeas a sacrificar a miles de reses por el temor a una extensión de la enfermedad. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la piel como la parte del cuerpo que menos peligro tiene de transmitir la enfermedad, hasta hace una semana el destino de esta materia prima, imprescindible para la industria del calzado, era similar a de los materiales de riesgo: incineración en crematorios.

El peligro de desabastecimiento del mercado -que afectaría especialmente de manera negativa la industria del calzado- ha hecho que el Ministerio de Agricultura, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), haya firmado un acuerdo con siete mataderos del país. Dichos mataderos sacrificarán antes de junio a 180.000 reses de más de 30 meses, por preferir los ganaderos no realizar el test de detección de la enfermedad, y pondrán en circulación sus pieles a precio de mercado. El FEGA subvencionará tanto a los ganaderos por deshacerse de sus animales como a los mataderos por el sacrificio y despiece de las reses.

Para Rafael Calvo, presidente de la Federación Industrias del Calzado Español (FICE), este acuerdo es muy positivo, ya que 'consigue poner en el mercado la mayor cantidad de piel disponible'. Hasta ahora sólo tres países de la Unión Europea -Alemania, Italia y España- han emprendido una medida de estas características.

El objetivo de la Confederación Europea del Calzado (CEC), así como de las patronales del calzado de todos los países miembros, es conseguir que la medida se extienda hasta conseguir un carácter comunitario.

Otra de las razones que justifican el crecimiento de los precios es la alarma que produjeron las primeras noticias acerca del mal de las vacas locas. Muchos empresarios realizaron pedidos que excedían su capacidad de producción, para garantizarse el funcionamiento de la cadena de trabajo.

La escasez de otra clase de pieles también afecta al calzado. El sector de la confección 'tira mucho en estos momentos' de la piel de cabra y cordero, indica Rafael Calvo, por lo que las firmas de calzado 'encuentran más problemas para hacerse con esta materia prima'. A estos factores hay que añadir la potente industria textil y del calzado que está desarrollando China, que provoca el desplazamiento del mercado del cuero hacia el sureste asiático.