Fox estudia una retirada de tropas de Chiapas para restar razones al 'subcomandante' Marcos

El intelectual blanco alzado en enero de 1994 con una precaria milicia de indígenas escuchó la declaración de amor cuando presidía una concentración de miles de personas en Orizaba, en Veracruz, un Estado con 10 etnias: dos millones de personas entre los siete millones de población total. Marcos volvió la cabeza hacia la enamorada y amortiguó su entrega con un gesto de humildad, como diciendo 'no es para tanto'. El frenesí suscitado entre los suyos, entre los miles de estudiantes blancos, mestizos, y en menor número de indígenas, que la noche del martes ocuparon la plaza principal de Puebla, f...

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El intelectual blanco alzado en enero de 1994 con una precaria milicia de indígenas escuchó la declaración de amor cuando presidía una concentración de miles de personas en Orizaba, en Veracruz, un Estado con 10 etnias: dos millones de personas entre los siete millones de población total. Marcos volvió la cabeza hacia la enamorada y amortiguó su entrega con un gesto de humildad, como diciendo 'no es para tanto'. El frenesí suscitado entre los suyos, entre los miles de estudiantes blancos, mestizos, y en menor número de indígenas, que la noche del martes ocuparon la plaza principal de Puebla, fue ruidoso. '¡Todos somos Marcos! ¡Viva el EZLN!'. Dos universitarios de primer año aplaudían -'habla sin rodeos', comentaban- y un vendedor ambulante ofrecía tabaco y chicles cubierto con un pasamontañas.

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El presidente y su ministro de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, evitan el enfrentamiento dialéctico a sabiendas de que los objetivos declarados de la caravana apenas admiten réplica, y que cualquier objeción al discurso del EZLN aportaría munición al rebelde de la pipa y a la constelación de radicales que apoya sus enunciados. '¡Nunca más recibiremos órdenes de nadie!', prometió aquél. '¡Vamos a conseguir la aprobación de la ley sobre derechos y culturas indígenas y su reconocimiento constitucional'. La multitud refrendaba, y un padre repasaba la historia. 'Hija mía, este hombre tiene razón, porque a los indígenas los han tratado como animales'.

Vicente Fox coincidió con el mensaje central del subcomandante, ante los economistas y empresarios reunidos en el World Economic Forum de Cancún, pero reaccionó contra su extremista descalificación de los planes de desarrollo industrial para el sur y el sureste. 'Para criticarlos, primero hay que conocer de qué se trata'. No obstante, le pidió trabajar 'hombro con hombro' por 'los diez millones de hermanos y hermanas indígenas', el 10% de los habitantes de México. 'Nunca más deberán ser excluidos ni discriminados'. El plan Puebla-Panamá, agregó, 'no pretende arrebatar ni territorio, ni oportunidades, ni recursos naturales, ni mucho menos dignidad a los indígenas'.

La caravana, mientras tanto, convoca a su paso por la ruta de 3.000 kilómetros hacia la capital a miles de personas. En los cruces de caminos, en los puentes elevados o en las calles de ciudades, aldeas o villorrios se concentran la adhesión, la curiosidad o la indiferencia. Agresiones, hasta ahora ninguna, y la banda de asesinos Corta Mortajas, denunciada por portavoces del EZLN como preparada para el asalto, resultó ser una publicación local que pedía una entrevista. '¡Que se bajen, que se bajen!', reclaman vecinos de poblaciones atravesadas por el medio centenar de vehículos escoltado por motoristas, helicópteros y camiones cargados de policías federales.

Marcos saluda complacido desde el asiento de copiloto del autobús insignia, exhala bocanadas de humo de pipa en las paradas y en los mítines de la noche alterna la poesía política con los ataques al Gobierno que el pasado 2 de julio, tras derrotar la hegemonía de siete decenios del Partido Revolucionario Institucional (PRI), prometió ocuparse de los más pobres entre los pobres: los indígenas. La reanudación del diálogo interrumpido en 1996, durante la presidencia de Ernesto Zedillo (1994-diciembre del año 2000), exige, insistió el EZLN, completar la retirada militar de Chiapas, la excarcelación de todos los presos zapatistas y la aprobación del proyecto de ley indigenista de cuatro años.

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Rodolfo Elizondo, asesor de Fox, apuntó que las dos primeras pueden ser atendidas durante el desarrollo de la marcha. La tercera correspondería al Congreso, dividido sobre un texto sujeto a diferentes interpretaciones. La pancarta sostenida por una señora resumía el sentir de la gran mayoría de mexicanos: '¡Dialoguen todos!'.

Sin 'estridencias'

En este sentido, se manifestó ayer en Madrid, el ministro de Exteriores de México, Jorge G. Castañeda, durante la rueda de prensa conjunta que celebró con su homólogo español, Josep Piqué. La marcha zapatista 'debe desembocar', dijo Castañeda, 'estridencias aparte, en la reanudación del diálogo de paz en Chiapas'. El canciller mexicano defendió el plan Puebla-Panamá porque, afirmó, 'es el corolario lógico y de largo alcance del esfuerzo que está llevando a cabo el Gobierno del presidente Fox para ayudar a una solución al conflicto en Chiapas'. Castañeda añadió que en la puesta en práctica de dicho plan, además de a los Gobiernos de los Estados del sureste de México implicados 'escuchará también al movimiento zapatista y al subcomandante Marcos'.

Piqué, por su parte, se mostró esperanzado en una solución al problema de Chiapas y dijo que la Unión Europa ve con simpatía el proceso iniciado por el presidente Fox.

El subcomandante Marcos (a la derecha) y otros líderes zapatistas cantan ayer el himno nacional mexicano en la ciudad de Puebla.

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