BARÓMETRO DE EMPRESAS

Los empresarios prevén un menor crecimiento de la economía en 2001

Un 64,5% cree que el PIB crecerá por encima del 3% y el resto que superá el 3,5%

Los empresarios casi están más preocupados hoy por el mal de las vacas locas que por la situación económica. Confían en que la desaceleración de los últimos meses en las tasas de crecimiento de la economía y de los resultados empresariales va a ser suave y pasajera. Las respuestas al último Barómetro de Empresas así lo evidencian. Un 85,8% de los panelistas declara haber aumentado los ratios de producción-facturación en 2000 y un 86% de esos mismos panelistas prevé incrementarlos en 2001. Estas previsiones se reducen al 80,4% cuando la respuesta se circunscribe al primer trimestre de es...

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Los empresarios casi están más preocupados hoy por el mal de las vacas locas que por la situación económica. Confían en que la desaceleración de los últimos meses en las tasas de crecimiento de la economía y de los resultados empresariales va a ser suave y pasajera. Las respuestas al último Barómetro de Empresas así lo evidencian. Un 85,8% de los panelistas declara haber aumentado los ratios de producción-facturación en 2000 y un 86% de esos mismos panelistas prevé incrementarlos en 2001. Estas previsiones se reducen al 80,4% cuando la respuesta se circunscribe al primer trimestre de este año.

Los empresarios prevén un incremento sustancial del producto interior bruto este año, aunque menor que en 2000. Un 64,5% señala que oscilará entre un 3% y un 3,5%, una décima menos que las previsiones del Gobierno, y prácticamente el resto (un 30,4% de los consultados) espera que el incremento rebase el 3,5%. Atendiendo a otras magnitudes macroeconómicas, el barómetro destaca cómo un 18,3% de las empresas cree que los tipos de interés aumentarán y sólo un 11% de las compañías prevé una evolución desfavorable del desempleo en 2001. En cuanto a los precios, los empresarios confían en una mejora de las tasas anuales de inflación, pero, si se extrapolan las distintas respuestas, se muestran mayoritariamente escépticos con el objetivo del 2% de incremento anual fijado por el Gobierno.

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El Ejecutivo, en general, ha sacado mejores notas en este barómetro que en el precedente en las cuestiones económicas directamente ligadas al mundo empresarial (un 57,3% considera su actuación buena o muy buena, frente a un 51,5% que le otorgaba esas calificaciones hace tres meses). A los empresarios les agradan especialmente las medidas de contención del gasto público, la privatización de empresas y la fiscalidad.

'Vacas locas'

En el otro lado de la balanza, junto a la habitual reprobación de la actuación del Gobierno en materia de inflación, liberalización del mercado laboral y desregulación sectorial, los empresarios incluyen en esta edición del barómetro y por primera vez una clara censura (un 43,1% de los panelistas) a la gestión de la salud y la sanidad. El reciente estallido de la crisis de las vacas locas, según los expertos de Arthur Andersen, que tiene importantísimas repercusiones no sólo sanitarias, sino ecónomicas, podría explicar esta nueva preocupación de los empresarios.

Con permiso del euro

Las variables que más pueden afectar a la economía española en 2001, a juicio de los empresarios, son la bonanza del resto de los países europeos (41,5% de las respuestas), la evolución de los tipos de interés (36,4%) y la evolución del tipo de cambio del euro (36,1%). En estas variables externas sustentan los empresarios buena parte de su optimismo. La mayoría de los encuestados (un 82,3% ahora frente a un 46,5% en la anterior edición del barómetro) comparte el sentimiento de los mercados financieros sobre las perspectivas de apreciación de la divisa europea respecto al dólar. Sólo el 2,1% espera una depreciación del euro (frente al 13,7% anterior). El 76,7% de los panelistas declara que la apreciación o depreciación del euro afecta a sus resultados, y de este colectivo, el 45,6% confiesa que su cotización tiene un gran impacto sobre la facturación y los beneficios de sus compañías. Por sectores, la mayor influencia de la apreciación/depreciación del euro se da en mayoristas y fabricación, mientras que los sectores menos sensibles a los movimientos cambiarios serían finanzas y servicios. No obstante, los resultados de las instituciones financieras sí se ven muy afectados por otra de las variables europeas: los tipos de interés que fija el Banco Central Europeo y que podrían bajar a lo largo del presente ejercicio.

Ocho de cada diez empresarios señalan la demanda interna como motor principal de los resultados de sus compañías en el segundo semestre de 2000 y siete de cada diez otorgan el mismo papel a la productividad. Estos dos factores continúan figurando, en las previsiones para el primer trimestre de este año, como los más influyentes en la actuación y en el rendimiento de las empresas, pero concitan en ambos casos un ligero descenso en su selección: 64% de los panelistas señalan la productividad y 62% la demanda interna. De hecho, la dismunución de pedidos en el mercado doméstico ha sido citada por el 46,7% de los panelistas, que han visto reducida su facturación como la principal causa de la caída de sus ventas. La demanda externa es señalada por la mitad de los empresarios encuestados, en uno y otro periodo, como el tercer factor más relevante para la actividad y los resultados empresariales. Las variables con mayor impacto negativo esperado sobre los resultados del primer trimestre y del conjunto de 2001 son los costes laborales (57,4%) y los costes de las materias primas (37,9%). La preponderancia de los costes laborales como variable de impacto negativo podría proceder del elevado crecimiento del IPC y del traslado de este aumento a los salarios.

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