Juan Carlos Eguillor resume a través de setenta dibujos la imagen nostálgica de su Bilbao soñado

De adolescente, Juan Carlos Eguillor (San Sebastián, 1947) recibió de sus padres un consejo que le cambió la vida. 'Estudia una carrera seria y luego haz lo que te dé la gana'. La carrera seria era Derecho, así que él decidió no hacer caso y pasarse la vida soñando a la espera de que su sueño conectara con otro sueño y así hasta el infinito. Lo contó ayer el propio artista durante la presentación de Los Bilbao soñados de Eguillor en la Biblioteca Municipal de Bidebarrieta. 'Mis Bilbao soñado son siempre los que he soñado en realidad, que incluso he visto paseando por sus calles y que en...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

De adolescente, Juan Carlos Eguillor (San Sebastián, 1947) recibió de sus padres un consejo que le cambió la vida. 'Estudia una carrera seria y luego haz lo que te dé la gana'. La carrera seria era Derecho, así que él decidió no hacer caso y pasarse la vida soñando a la espera de que su sueño conectara con otro sueño y así hasta el infinito. Lo contó ayer el propio artista durante la presentación de Los Bilbao soñados de Eguillor en la Biblioteca Municipal de Bidebarrieta. 'Mis Bilbao soñado son siempre los que he soñado en realidad, que incluso he visto paseando por sus calles y que en muchos casos eran una mezcla de sueño, realidad y pesadilla'.

La publicación tiene su origen en la exposición de unos 70 de sus dibujos realizados desde 1968, en sus comienzos, hasta la actualidad, y que tras su paso por la Biblioteca Municipal de Bilbao viaja de forma itinerante por diversos barrios de la capital vizcaína.

Más información

El dibujante y colaborador de EL PAÍS plasma en el libro su imaginario Bilbao, lo que mejor sabe dibujar, lo que le resulta más dramático y también más humorístico, según reconoce. Y lo hace a través de personajes como Miss Martiartu, a la que bautizó con el nombre de un club social de la época y la gran popularidad del dibujo casi logra arrebatarle la titularidad. A través de Miss Martiartu puede su creador plasmar lo que oye en la calle o de la gente más cercana.

Mari Aguirre, otro de sus personajes, es su primera mirada ingenua sobre Bilbao; con el dibujo sorteó la censura hasta lograr que los lectores interpretaran más allá de lo que el propio autor pretendía. Uno de sus últimos caracteres es Max Bilbao, 'que vive en una isla, en un faro, dentro de una caja' y al que no pasa nada.

De todos escribe y a todos dibuja Eguillor en esta recopilación, en el que también tienen cabida la visión irónica de la milla de oro bilbaína, pescadores de angulas en el subsuelo, la celestial agua de Bilbao, la conexión con Santurtzi, la Ría como serpiente y, desde luego, litros de sirimiri. 'Estoy convencido de que habría que hablar de Bilbao, antes y después del Guggenheim. Bilbao es la ciudad de Europa que más tiendonas tiene por habitante. Está pasando de ser la ciudad de hierro a ser la ciudad light y el Guggenheim es el eje. Ha sentido un absoluto desprecio por la Margen Izquierda. Lo mismo a nivel social como estético', se lamenta el dibujante.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Un Eguillor entre ingenuo e irónico se refirió en la presentación a la dificultad de escribir una canción sobre el Guggenheim, tal y como se compuso en su tiempo sobre 'el puente colgante de Portugalete'. 'Me da rabia el cambio estático y por eso el libro refleja cierta nostalgia'.

Los Bilbao soñados de Eguillor cuenta con la participación del escritor José Luis Merino, quien conoció a Eguillor cuando éste era un joven imaginativo y soñador que visitaba la galería de arte Grises que Merino creó en 1964. Ayer, destacó el sentido del humor y la ironía del dibujante, o lo que es igual, su inteligencia.

Archivado En