Davos y la segunda ola de Internet

Participantes en el Foro Económico Mundial prevén nuevas fusiones y concentraciones en el sector y un cambio hacia actividades con beneficios

Desaparecidos muchos negocios de corta vida, desarrollados otros, se anuncia la llegada de la llamada 'segunda ola' de Internet, en la que, según señaló en el Foro Económico Mundial de Davos Tim Koogle, 'cómo se entre en Internet va a ser menos importante que lo que se haga en Internet'. Para el presidente de Yahoo!, 'en 5 o 10 años, la red y nuestras vidas van a estar completamente entrelazadas'. En Davos, donde reinó un enfoque más realista que en años anteriores -lo que lleva a un 'cauto optimismo', en palabras de Soumitra Dutta, catedrático y director de Tecnología y e-aprendizaje del INSE...

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Desaparecidos muchos negocios de corta vida, desarrollados otros, se anuncia la llegada de la llamada 'segunda ola' de Internet, en la que, según señaló en el Foro Económico Mundial de Davos Tim Koogle, 'cómo se entre en Internet va a ser menos importante que lo que se haga en Internet'. Para el presidente de Yahoo!, 'en 5 o 10 años, la red y nuestras vidas van a estar completamente entrelazadas'. En Davos, donde reinó un enfoque más realista que en años anteriores -lo que lleva a un 'cauto optimismo', en palabras de Soumitra Dutta, catedrático y director de Tecnología y e-aprendizaje del INSEAD (Francia)-, se pronosticó que esta segunda ola va a situar al consumidor en el centro; va a llevar a una mayor concentración empresarial, y las empresas, o incluso subactividades, en este sector habrán de ganar dinero o cerrar. Ya no basta participar en este mercado, sino que habrá que ganar en condiciones de competencia mucho más duras y márgenes más estrechos que antes.

Para Nobuyuki Idei, presidente de Sony, Internet ha sido como el meteorito que 65 millones de años atrás supuestamente acabó con los dinosaurios. Sin embargo, la crisis vivida con el crash de los negocios .com no significa para Jean Marie Messier 'el principio del fin de Internet, sino el fin del principio'. El presidente de Vivendi anunció en Davos que en los próximos meses se producirán importantes concentraciones, a través de fusiones o adquisiciones, en el sector (facilitadas por unos precios más bajos). Muchos de los expertos presentes en el Foro coinciden en que la actividad se concentrará realmente en unos pocos grandes, aunque para Idei se vaya más bien a 'alianzas blandas que a alianzas fuertes' entre las empresas de peso.

Para sobrevivir y desarrollarse en esta segunda ola, las empresas han de producir beneficios y resultar sostenibles, con una mayor autofinanciación, según Hasso Plattner de SAP, ante la previsión de una menor financiación exterior. En este sentido, la segunda revolución de Internet va a aplicar muchas de las reglas de la vieja economía. 'Algunos mantienen que la nueva economía es lo mejor que la ha ocurrido a la vieja', señaló Dutta. Hacia dentro de las empresas, la red va a aportar nuevos modos de comportamientos que han de producir incrementos significativos en productividad. Las nuevas tecnologías permiten saber casi en tiempo real qué partes de una empresa son rentables, y cuáles 'subvencionadas' por el resto de las actividades, en expresión utilizada por John Chambers, de Cisco, que no cree que haya una segunda ola, sino una sucesión de olas en el mundo de los negocios que acabaran siendo todos e-negocios. Las nuevas tecnologías permiten la eficiencia a todos los niveles, una mejora de las cadenas de suministros, con la previsión de que las partes o actividades subvencionadas acabarán siendo suprimidas.

La absoluta prioridad va a ser ganar dinero en Internet. El éxito de Yahoo!, que en cinco años ha pasado de cero a 1.500 millones dólares de beneficios y 180 millones de usuarios, demuestra que hay muchas posibilidades. Pero si Yahoo! da beneficios, ¿es sostenible?, se preguntó Dutta. Para Koo-gle, el negocio se va a ver claramente influido por la evolución de la economía estadounidense, que ha entrado en un mal paso.

Previsiblemente, una gran novedad en esta segunda ola está en la posibilidad de cobrar por el uso de algunos servicios o medios, y gestionar de manera eficaz y barata esos cobros. Hace sólo unos meses parecía que esta posibilidad iba a tardar aún unos dos años. Pero Thomas Middelhofff anunció en Davos que para el próximo verano, 'junio o julio', Bertelsmann y Napster, ahora conjuntamente, estarán en condiciones de cobrar por 'bajar música' de la red.

El fenómeno Napster, una empresa y un software que permite a los ordenadores individuales conectarse entre sí para 'intercambiar' música, ha revolucionado la situación. ¿No cabe que los usuarios de Napster se pasen a otros sistemas gratuitos si se les empieza a cobrar? Para Middelhoff, muchos están dispuestos a pagar por lo que va a ser no sólo una oferta de música, sino de entretenimiento en general. El negocio de los contenidos va a cambiar profundamente, y habrá que inventar, como señalaron otros directivos, productos completamente nuevos. Para Messier ni la publicidad ni la suscripción son modelos en sí, sino que probablemente se irá a toda una gama de ingresos para las empresas, y de acceso para los usuarios, que vaya de la publicidad -que se va a tener que aprender a usar mejor-, a la suscripción, pasando por pagos específicos.

En este mundo de los e-negocios vuelve un viejo valor que es el de la importancia de la marca, que va a contar cada vez más, junto con la creatividad. Así, por ejemplo, Gates explicó en Davos que ha llegado a un acuerdo con la cadena de cafeterías Starbucks para que cada cliente pueda, a la vez que disfruta de un café, estar conectado a Internet. Lo que aún no llegó a convencer plenamente a algunos de los directivos o expertos en Davos es la rentabilidad de la banda ancha, al menos a corto plazo. Gates, por ejemplo, no prevé en un horizonte inmediato suficientes usuarios de este medio de comunicación para lograr su gran explosión comercial. Pero otros, como Paul Saffo, Director del Instituto para el Futuro (EE UU), son de la opinión contraria: la banda ancha y las conexiones sin hilos son las que verdaderamente van a llevar la revolución digital a nuestras vidas.

Si en general, la segunda ola de Internet va a traer una mayor agresividad empresarial, la competencia más feroz puede darse en el campo del comercio electrónico. Previsiblemente, se van a estrechar mucho los márgenes para los intermediarios, y estos márgenes los absorberán, con una reducción de precios, los consumidores, lo que va a llevar a una aún mayor competencia. Pero, además, los intermediarios pequeños no van a tener muchas posibilidades, según el estadounidense John Hagel, pues van a tener que competir con los grandes o las propias empresas de origen de los bienes o los servicios. Así, las compañías aéreas se han percatado de que ellas mismas puede desarrollar servicios de venta y subasta de billetes de avión. También en comercio electrónico se espera en los próximos meses una aceleración del proceso de fusiones y adquisiciones.

Un lema central de esta edición de Davos era cómo colmar la 'brecha digital' entre los que tienen y los que no tienen acceso a estos servicios. De ello se habló, sí. Pero soluciones pocas. Las mentes estaban más concentradas en la nueva agresividad, la nueva competencia, las nuevas posibilidades de Internet, y los nuevos gigantes que asoman en este mundo.

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