El Ayuntamiento donostiarra gana después de 10 años el pleito por el edificio de la Avenida

El Ayuntamiento de San Sebastián ha necesitado 10 años para ganar el contencioso abierto contra el constructor Julián Olaizola Orbegozo, conocido como El francés, sobre un edificio situado en la Avenida de la Libertad, en el que su propietario pretendía abrir oficinas en lugar de viviendas, como figuraba en la licencia municipal.

El Tribunal Supremo ha dado la razón a los servicios jurídicos del consistorio en el recurso de casación interpuesto por el promotor inmobiliario contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. En ella se desestimó el cambio de us...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Ayuntamiento de San Sebastián ha necesitado 10 años para ganar el contencioso abierto contra el constructor Julián Olaizola Orbegozo, conocido como El francés, sobre un edificio situado en la Avenida de la Libertad, en el que su propietario pretendía abrir oficinas en lugar de viviendas, como figuraba en la licencia municipal.

El Tribunal Supremo ha dado la razón a los servicios jurídicos del consistorio en el recurso de casación interpuesto por el promotor inmobiliario contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. En ella se desestimó el cambio de uso residencial por el de oficinas en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, situado en la confluencia de la calle Idiakez con la Avenida de la Libertad.

La sentencia de la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo confirma también las resoluciones de alcaldía de fechas 14 de enero y 12 de mayo de 1992, por las que denegó el cambio de uso de viviendas a oficinas, y rechaza además la pretensión de resarcimiento de daños y perjuicios a cargo del Ayuntamiento solicitada por el constructor

Este edificio, ya terminado y distribuido para oficinas, tiene echadas las persianas, aunque su constructor ha querido distinguirlo como la casa mejor iluminada de San Sebastián. Son siete plantas coronadas por una fastuosa cúpula que lo singularizan en este lugar privilegiado de la capital.

Su promotor mantiene varios litigios con el Ayuntamiento donostiarra, uno de los cuales es especialmente conflictivo: el edificio de Villa Manolita, un palacete situado en pleno Paseo de La Concha, vacío desde que acabaron las obras en 1997. En febrero del año pasado, la Audiencia de San Sebastián obligó a Olaizola a solicitar el permiso de habilitabilidad, pese a que el edificio sigue sin inquilinos. Además, el consistorio le reclama 35 millones de pesetas por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de estos dos inmuebles, si bien este asunto está también recurrido en los tribunales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En