CIENCIA

Carta a Birulés de 47 científicos españoles que no pueden volver

Los cerebros españoles no se fugan. Lo que ocurre es que les resulta 'descorazonador' volver. Ésta es la tesis de una carta que 47 investigadores españoles han dirigido a la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, en la que lamentan la imposibilidad de desarrollar sus carreras profesionales en España. Los científicos, casi todos de los aproximadamente 50 que han pasado por el prestigioso John Innes Centre (Reino Unido) en los últimos cinco años, denuncian la inoperancia de los contratos de reincorporación puestos en marcha por el Gobierno para facilitar la vuelta de los posgradu...

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Los cerebros españoles no se fugan. Lo que ocurre es que les resulta 'descorazonador' volver. Ésta es la tesis de una carta que 47 investigadores españoles han dirigido a la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, en la que lamentan la imposibilidad de desarrollar sus carreras profesionales en España. Los científicos, casi todos de los aproximadamente 50 que han pasado por el prestigioso John Innes Centre (Reino Unido) en los últimos cinco años, denuncian la inoperancia de los contratos de reincorporación puestos en marcha por el Gobierno para facilitar la vuelta de los posgraduados españoles una vez que finalizan su periodo de formación en el extranjero. En el Ministerio no pudieron confirmar el jueves que se había recibido la carta, que fue enviada el 21 de diciembre, ni hicieron ningún comentario sobre su contenido porque se encontraban 'de vacaciones'.

'De los 50 investigadores que hemos pasado por el John Innes Centre (JIC) durante estos cinco años, únicamente tres hemos obtenido un empleo estable en España', dice la carta. 'En el plazo de unos meses a dos años seremos 11 los desempleados', añaden. Sólo 14 del medio centenar de científicos ha intentado -o conseguido- volver a España tras acabar su periodo formativo de dos años en el centro británico. El JIC está considerado como el mejor centro europeo y uno de los mejores del mundo en biología de las plantas.

Contratos

Según Ana Caño, una de las firmantes de la carta, el problema está en que los contratos de reincorporación tienen una duración máxima de tres años no prorrogables, y sólo se dan para proyectos específicos. 'Faltan plazas en los centros oficiales de investigación o en la universidad para colocar a todos los investigadores', añade Caño. 'Por eso, muchos preferimos quedarnos en el extranjero, donde se nos ofrecen contratos en el mismo JIC o en otros centros científicos', explica. En cambio y por poner un ejemplo, sus compañeros franceses consiguen ejercer su profesión 'de una manera estable de vuelta en su país después de una estancia en el extranjero de uno a dos años'.

Los investigadores lamentan que el desembolso realizado por el Estado en su formación se pierda. Primero se invierte en su formación universitaria; luego algunos consiguen que se les den becas para realizar la tesis doctoral; a continuación, los mejores consiguen becas posdoctorales, y, por último, todo este esfuerzo, tanto por parte de las administraciones como de los interesados, no repercute en la ciencia del país porque los científicos no tienen unas condiciones adecuadas para volver.

Los científicos concluyen: 'Si la sociedad española necesita de nuestra aportación a su progreso científico y tecnológico, y nosotrso estamos deseosos de contribuir y devolver de maner productiva lo invertido en nuestra formación, ¿por qué no nos dejan?'.

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