Italia da un primer paso hacia la clonación de embriones con fines médicos

El Gobierno italiano dio ayer un primer paso hacia la autorización de la clonación de embriones con fines terapéuticos. El ministro italiano de Sanidad, Umberto Veronesi, se mostró conforme con las conclusiones de un informe a favor de la clonación con fines no reproductivos elaborado por un grupo de 25 científicos. Tras conocer el estudio, el ministro lo consideró "revolucionario" y manifestó que esperaba que Italia se convirtiera en pionera en la clonación con fines terapéuticos, una técnica que el Vaticano rechaza de plano. En septiembre, antes de que el grupo de científicos -dirigido por e...

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El Gobierno italiano dio ayer un primer paso hacia la autorización de la clonación de embriones con fines terapéuticos. El ministro italiano de Sanidad, Umberto Veronesi, se mostró conforme con las conclusiones de un informe a favor de la clonación con fines no reproductivos elaborado por un grupo de 25 científicos. Tras conocer el estudio, el ministro lo consideró "revolucionario" y manifestó que esperaba que Italia se convirtiera en pionera en la clonación con fines terapéuticos, una técnica que el Vaticano rechaza de plano. En septiembre, antes de que el grupo de científicos -dirigido por el biólogo italiano y premio Nobel Renato Dulbecco, en el que participaba el cardenal Ersilio Tonini- finalizara su informe, Veronesi planteó algunas preguntas concretas a los expertos. En primer lugar, el ministro les pidió que concretaran si la clonación de embriones podía resultar beneficiosa en la curación de enfermedades como el cáncer, el mal de Alzheimer o el de Parkinson. La respuesta de los científicos fue que, efectivamente, la clonación abre expectativas para curar esos males.

La segunda pregunta que el ministro planteó a los investigadores trataba de buscar una respuesta científica a la vez que una solución al problema ético que conlleva la clonación de embriones humanos, aunque no sea con fines reproductivos. El ministro quería conocer cuál era la mejor fuente de células madre (aquellas que pueden desarrollarse hasta formar tejidos humanos específicos) entre las cinco posibles: embriones, fetos abortados de forma espontánea o voluntaria, cordón umbilical, médula u otros tejidos adultos.

Los científicos respondieron que las células madre procedentes de embriones presentan la ventaja de poder convertirse en cualquier tipo de célula humana, aunque presentan problemas éticos. Las que tienen otros orígenes tienen una capacidad de diferenciación en tejidos más limitada, pero no plantean problemas éticos.

La Cámara de los Comunes británica aprobó la semana pasada una modificación de la ley de reproducción asistida que permite la investigación con embriones humanos y la clonación con fines terapéuticos. Estados Unidos también permite la investigación con embriones, el paso necesario para desarrollar la tecnología que haga posible que en el futuro tenga sentido crear un embrión con la dotación genética de un enfermo (clonar) para obtener tejidos que permitan su curación sin peligro alguno de rechazo. El Gobierno socialista francés también ha anunciado un proyecto en un sentido similar al británico.

El Gobierno español, sin embargo, se muestra reacio a cualquier modificación de la ley de 1988 sobre reproducción asistida, a pesar de que los asesores en esta materia ya se muestran partidarios de permitir la investigación con embriones.

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