La falta de coordinación dejó libres a los acusados de almacenar 'éxtasis'

La falta de coordinación entre la justicia y la policía comportó que anteayer quedasen en libertad los cinco detenidos por almacenar 2.300 frascos de éxtasis líquido en Barcelona. Cuando los acusados pasaron al juzgado de guardia, el magistrado no disponía de los análisis que certificaban que las sustancias intervenidas eran drogas de diseño. La policía explicó ayer que no remitió esas pruebas porque los propios detenidos habían reconocido en sus declaraciones que era éxtasis, pero recordó que el juez tampoco reclamó esos análisis.

La policía presentó públicamente el sábado el resultado...

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La falta de coordinación entre la justicia y la policía comportó que anteayer quedasen en libertad los cinco detenidos por almacenar 2.300 frascos de éxtasis líquido en Barcelona. Cuando los acusados pasaron al juzgado de guardia, el magistrado no disponía de los análisis que certificaban que las sustancias intervenidas eran drogas de diseño. La policía explicó ayer que no remitió esas pruebas porque los propios detenidos habían reconocido en sus declaraciones que era éxtasis, pero recordó que el juez tampoco reclamó esos análisis.

Convencimiento policial

La policía presentó públicamente el sábado el resultado de la confiscación del mayor alijo de éxtasis líquido intervenido en España, en el que además de 2.300 frascos se decomisaron también 2.800 pastillas de drogas de diseño, tipo mitsubishi y bud bady. Cuatro hombres y una mujer fueron puestos a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona, en funciones de guardia de detenidos, quien ordenó su libertad tras prestar declaración. En esa comparecencia, el fiscal no solicitó el ingresó en prisión de ninguno de los acusados porque sencillamente no existía ningún análisis oficial que certificase que las sustancias intervenidas eran drogas.¿Y por qué se produjo esa situación? Las explicaciones varían, según se trate de la versión policial o la judicial. La policía reconoce que no llevó la droga a analizar porque los laboratorios clínicos que habitualmente trabajan para el Ministerio del Interior no estaban abiertos el sábado por la tarde. Sin embargo, precisa que la propia policía científica dispone de laboratorios preparados para analizar la droga a cualquier hora, aunque en este caso no se consideró necesario. Los motivos que llevaron a los investigadores a esta conclusión es que los propios detenidos habían admitido en sus declaraciones ante la policía que las sustancias intervenidas eran éxtasis, aunque precisaron que para consumo propio. En segundo lugar, la policía explica que, al margen de los frascos, también se intervino en la operación una cantidad suficiente de pastillas para inculpar a los detenidos, y finalmente, el instructor del atestado policial explicaba en su informe que, al margen de las muestras que se habían remitido a la Delegación de Sanidad para su análisis, la policía científica también tenía otras por si el juez consideraba oportuno que se realizasen con carácter de urgencia. Pero no fue así.

El convencimiento de la policía de que era evidente que se trataba de una banda de traficantes de éxtasis no fue considerado de igual modo en el juzgado de guardia. "El juez debe decidir sobre la situación de libertad o prisión con lo que tiene, y lo que tenía no era prácticamente nada", asegura un abogado de dos de los detenidos. En su opinión, la policía debía haber remitido esa prueba analítica para fundamentar la acusación contra los detenidos, pero no lo hizo. "Por tanto, igual que se dijo que los frascos tenían éxtasis líquido podían contener agua en realidad", asegura el abogado.Pero este caso concreto ha servido también para sacar a relucir otra realidad. Cuando la policía interviene una partida de cocaína o heroína, aplica unos reactivos sobre una muestra de la droga y en función del resultado de la prueba puede determinarse si efectivamente se trata o no de esa sustancia. Un atestado con el resultado de esa prueba se remite al juez de guardia cuando los detenidos son puestos a su disposición, al margen del informe que remite Sanidad unas semanas después con el análisis detallado. Lo que sucede en el caso del éxtasis es que no existen esos reactivos para que la policía pueda certificar que se trata de drogas de diseño, y ante esa carencia, la policía opta por remitir en ocasiones unas muestras a ciertas farmacias para que certifiquen la existencia de principios anfetamínicos. O no hace nada, y el resultado final es el que es.

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