Un puente con mucha oferta

ESCENARIOSEl puente festivo y el consecuente éxodo vacacional no ha amilanado a los programadores, y éstos han confeccionado una oferta cultural en la que no falta música, teatro ni danza. Una serie de propuestas entre las que se incluyen artistas jóvenes y otros veteranos, como Benito Lertxundi, quien canta esta noche en el Teatro Barakaldo.La ocasión se presenta idónea para disfrutar cómodamente sentado con la voz del cantautor y con las habilidades de los siete músicos que le respaldarán. Juntos repasarán una carrera que abarca tres décadas y cuyos últimos pasos transitan por la fusi...

ESCENARIOSEl puente festivo y el consecuente éxodo vacacional no ha amilanado a los programadores, y éstos han confeccionado una oferta cultural en la que no falta música, teatro ni danza. Una serie de propuestas entre las que se incluyen artistas jóvenes y otros veteranos, como Benito Lertxundi, quien canta esta noche en el Teatro Barakaldo.La ocasión se presenta idónea para disfrutar cómodamente sentado con la voz del cantautor y con las habilidades de los siete músicos que le respaldarán. Juntos repasarán una carrera que abarca tres décadas y cuyos últimos pasos transitan por la fusión de música clásica y popular. Otro paso en busca de la belleza que, según él, ansían la canción como lenguaje y él como creador. Un destino al que también intenta llegar a través de paisajes melancólicos y de la poesía, aunque se resista a considerarse un poeta.

Nadie duda que Lertxundi ha tenido y tiene una gran influencia en la escena musical vasca. Para probarlo bastan ejemplos como Mikel Urdangarin, cantautor vizcaíno que nunca ha negado su admiración por él, aunque en su producción también han dejado huella los sonidos celtas y una cultura musical en la que no faltan iconos del pop y del rock. Un ramillete de referencias que asomará mañana en el concierto que el ex bertsolari ofrecerá mañana en el Centro Cultural San Agustín de Durango. El recital servirá para presentar las canciones de Espilue, su tercer elepé, en el marco de la Feria del Libro y del Disco Vascos y contará con la colaboración del cantautor canario Rogelio Botanz, quien no tendrá reparos en cantar en euskera.

Aunque interpretadas en castellano, las letras de Teddy Baxter también llaman la atención, aunque sólo sea por el fondo irónico que delata su pasado como escudero del iconoclasta rockero bilbaíno Jony Kontrol. Éste, su grupo Infussion y artistas como Gontzal Mendibil, Ruper Ordorika, Tahúres Zurdos, Juan Carlos Pérez, Angel Celada y Little Fish se han aprovechado de la pericia de Eduardo Basterra, un bajista curtido (su idilio con la música está a punto de cumplir cinco lustros) que con Historias de humor & audio ha iniciado su carrera en solitario. Dicho álbum se nutre de rock, jazz, rhythm and blues, funk y pop, y su contenido suena el próximo domingo en el Teatro Barakaldo.

Por su parte, el Kafe Antzokia de la capital vizcaína acoge hoy la puesta en escena de tres grupos unidos por su pasión por las guitarras sucias y explícitas y su gusto por las melodías. Abrirá la velada Useless IK, un cuarteto de punk rock conocido por ser israelí y por actuar con poca ropa encima. Sus ídolos son The Ataris, conjunto californiano que precisamente subirá al escenario del local bilbaíno cuando ellos lo abandonen y con la intención de repasar su nuevo disco de punk pop: Blue skie, broken harts... next 12 exist.

Como cabeza de cartel, cerrará la velada el también cuarteto californiano The Vandals, cuyo sentido del humor encuentra nuevamente vía de escape en el punk rock melódico contenido en su último elepé: Look what I almost stepped in.

Tras representar la obra Carnicero español en Ginebra y París, la compañía irunesa Legaleón presenta en pamplona Cómeme el punto. Dicho nombre ampara un montaje desvergonzado en el que tres actrices dan su visión particular y mordaz de asuntos como la menstruación, el lesbianismo, la heterosexualidad y el fetichismo. En dicha temática ha desembocado el trabajo de una agrupación que nació en los ochenta con la intención " de interrelacionar teatro, movimiento, gesto y palabra".

Bajo la dirección de Ramón Barea, Txalo Produkzioak lleva a Azpeitia su cuarta producción, Materia gris. La obra de Oliver Sacks saca jugo a un tema tan dramático como las patologías neurológicas. "Es un espacio extraño, desconocido y sorprendente, porque las reacciones de los aquejados pueden provocar la risa, mientras realmente es una situación muy escalofriante", ha manifestado el director de la compañía donostiarra. Para meterse en la piel de los personajes sin cometer errores de bulto, los actores han sido asesorados por el neurólogo Fernando Sádaba.

La acción se desarrolla en un austero marco que simula el interior de un hospital y se complementa con imágenes de vídeo. Un marco presuntamente frío y duro, aunque Barea discrepa: "Mi intención no es conseguir un espectáculo inquietante o incómodo. La obra transcurre con cierta dulzura, y el punto de humanidad buscamos hace que los personajes nos sean cercanos".

En lo referente al mundo de la danza, destaca la presencia de Lanómina Imperial en el palacio Euskalduna, donde se celebra el ciclo de danza contemporánea Dantzaldia. La compañía catalana acerca a Bilbao dos coreografías: Alçada y La nit transfigurada. La primera es una compleja alusión vanguardista al tantas veces imaginado camino que no lleva a ninguna parte, mientras que La nit transfigurada basa su desarrollo en la música y el mundo del cine.

También habrá bailarines sobre el escenario del teatro Gayarre de Pamplona. En este caso la música es de Chaikovski y las escenas que se reproducen son las del clásico Cascanueces, un montaje ideado por Thierry que el Ballet de Biarritz representa desde hace tres años. Un periodo en el que ha revivido por todo el mundo la historia de un hombre convertido en cascanueces por de los malévolos poderes de una criatura de fábula. Un episodio de ratones y de hombres ambientado en el inminente periodo navideño.