Zaplana subraya la "normalidad" en el uso oficial del valenciano
Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, y Mariano Rajoy, vicepresidente primero del Gobierno, escenificaron ayer el Palau de la Generalitat el modelo ideal de relaciones con las comunidades autonómas que defiende el Estado al suscribir un convenio para que el Boletín Oficial del Estado recoja las leyes en valenciano. Zaplana aprovechó la ocasión para subrayar la "normalidad" en el uso oficial del valenciano y destacó cómo "se ha atenuado" el debate sobre la lengua en los últimos años.
Un Real Decreto de 1997 prevé que las leyes, reales decretos y decretos legislativo publicados e...
Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, y Mariano Rajoy, vicepresidente primero del Gobierno, escenificaron ayer el Palau de la Generalitat el modelo ideal de relaciones con las comunidades autonómas que defiende el Estado al suscribir un convenio para que el Boletín Oficial del Estado recoja las leyes en valenciano. Zaplana aprovechó la ocasión para subrayar la "normalidad" en el uso oficial del valenciano y destacó cómo "se ha atenuado" el debate sobre la lengua en los últimos años.
Un Real Decreto de 1997 prevé que las leyes, reales decretos y decretos legislativo publicados en castellano en el BOE pueden publicarse también en las demás lenguas oficiales de las diferentes comunidades autónomas. Hasta la fecha, sólo la Generalitat de Catalunya había acordado la publicación de las citadas disposiciones en lengua catalana.Zaplana y Rajoy firmaron ayer un convenio paralelo que constituye, de hecho, el aval del Estado al secesionismo lingüístico. El vicepresidente primero trasladó a la Generalitat la responsabilidad sobre la traducción de los textos y eludió entrar en polémicas.
Zaplana, por su parte, destacó la creciente normalidad en el uso de la lengua. "Sin crispación se avanza mucho más", comentó. Para subrayar a continuación que "el valenciano se enseña mucho más, se habla mucho más sin tensión ni imposición".
Ambos dirigentes apuntaron que el convenio constituye una forma modélica de conjugar "el proyecto constitucional con la vocación inequívoca de autogobierno".
Respecto a las futuras negociaciones sobre el sistema de financiación autonómica, Rajoy invocó la "responsabilidad y flexibilidad" de todos los implicados para llegar a un acuerdo y apenas comentó que el modelo Zaplana es "un buen documento".