El edificio que se quiere demoler se abrió hace 20 meses y costó 7.000 millones

El Ayuntamiento de Madrid pedirá al Ministerio de Fomento que derribe el denominado dique sur del aeropuerto de Barajas con el fin de reducir la contaminación acústica que soportan los madrileños que viven a menos de 150 metros de estas instalaciones. El dique sur, una ampliación de la terminal T-1, fue inaugurado en junio de 1999. Se invirtieron 7.000 millones de pesetas y cuenta con 10 puertas de embarque; la mitad de ellas, para los aviones de gran capacidad. El organismo AENA aseguró ayer que el dique cumple escrupulosamente la normativa sobre contaminación.

El concejal de Medio Amb...

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El Ayuntamiento de Madrid pedirá al Ministerio de Fomento que derribe el denominado dique sur del aeropuerto de Barajas con el fin de reducir la contaminación acústica que soportan los madrileños que viven a menos de 150 metros de estas instalaciones. El dique sur, una ampliación de la terminal T-1, fue inaugurado en junio de 1999. Se invirtieron 7.000 millones de pesetas y cuenta con 10 puertas de embarque; la mitad de ellas, para los aviones de gran capacidad. El organismo AENA aseguró ayer que el dique cumple escrupulosamente la normativa sobre contaminación.

Medidores propios

El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, recuerda que los aviones que aparcan en esta terminal de Barajas "están a 200 metros de las viviendas" del barrio de la Embajada, en la Alameda de Osuna. Por ello, según García-Loygorri, el Ayuntamiento va a pedir su derribo. "Sé que técnicamente no es fácil, pero lo voy a reclamar. Hablaré con AENA para plantear este tema, que no se arregla con una doble ventana en las viviendas", afirmó.El dique sur fue inaugurado en junio del año pasado. Se trata de una ampliación de la T-1 de 20.000 metros cuadrados, en la que se invirtieron 7.000 millones de pesetas. Las instalaciones cuentan con 10 puertas de embarque, cinco de las cuales son para aviones de gran capacidad.

El concejal de Medio Ambiente recuerda que los problemas de contaminación acústica hay que atajarlos en su origen y, si no se puede, en la transmisión del sonido. "Pero en este caso no se puede hacer, porque habría que levantar una pantalla antirruido de más de 30 metros de altura frente al barrio de la Embajada para evitar que la contaminación acústica llegue hasta los afectados". En esta barriada se levantan 476 viviendas, en las que habitan unas 2.000 personas, que soportan un nivel de ruido por las noches de hasta 90 decibelios, cuando la normativa establece un máximo de 55.

García-Loygorri, que se reunió la semana pasada con los representantes de Pijamas en Acción (asociación vecinal que engloba a los residentes en la Embajada), asegura: "Les expliqué a los vecinos que estamos haciendo y consiguiendo mucho más que otros ayuntamientos con procedimientos menos ortodoxos".

Julián Moreno, portavoz de Pijamas en Acción, anunció ayer su "total apoyo" a la iniciativa municipal, aunque cree que "no podrán llevarla a cabo". "Los vecinos queremos que se derribe el dique sur, su plataforma de aeronaves y la terminal de carga adyacente, tal y como nos explicó García-Loygorri, pero también tenemos serias dudas de que esta medida se lleve a cabo alguna vez. Y más cuando el propio García-Loygorri estuvo presente en la inauguración de este edificio el año pasado. No queremos milongas, sino una solución a nuestros problemas. Los aviones empiezan a despegar desde las 5.30 y a menos de 125 metros de nuestras casas", explica.

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Por su parte, el edil afirma haber conseguido ya que los aviones que se aparcan junto a las viviendas del barrio de la Embajada sean remolcados hasta las pistas de despegue para evitar que enciendan los motores frente a las casas y que también ha logrado que se les prohíba la utilización de la reversa, un sistema de frenado rápido que provoca un enorme impacto acústico en el entorno.

García-Loygorri anuncia además que el Ayuntamiento instalará medidores de contaminación propios en la Alameda de Osuna para medir la polución generada por los aviones. "No tenemos datos propios sobre la bolsa de benceno de Barajas. Y necesitamos esos datos antes de llevar a cabo nuestras reclamaciones. Necesito ir con datos ante AENA para decirles: esto es lo que hay", dice.El concejal anuncia que el Ayuntamiento también ha pedido formalmente integrarse en la Comisión de Vigilancia del Ruido (organismo que supervisa y corrige las medidas antirruido que se ponen en marcha por la ampliación de Barajas) para tener datos de "primera mano" sobre el problema.

Por su parte, AENA recordó ayer que el dique sur cumple escrupulosamente la normativa sobre contaminación acústica y lúminica existente. "Los aviones que allí aparcan son arrastrados hasta las pistas para que no tengan que encender los motores junto a las viviendas y apenas existen vuelos nocturnos que puedan molestar al vecindario", manifestaron.

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