Fujimori anuncia su dimisión desde Japón

El Gobierno presenta su renuncia en pleno para desmarcarse de la gestión del dictador

El presidente de Perú, Alberto Fujimori, ha puesto patas arriba la escena política del país. Desde Japón, sin dar la cara, sin mediar explicaciones y a través de uno de sus ministros, hizo pública su dimisión,provocando un inquietante vacío de poder. El Gabinete ministerial presentó su renuncia inmediatamente en un intento de desmarcarse y poner distancia con respecto a Fujimori y a la inquietante situación política que vive el país desde las elecciones celebradas el pasado 28 de mayo. Por el momento es una incógnita quién sucederá al jefe del Estado, ya que el primero en la línea sucesoria, s...

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El presidente de Perú, Alberto Fujimori, ha puesto patas arriba la escena política del país. Desde Japón, sin dar la cara, sin mediar explicaciones y a través de uno de sus ministros, hizo pública su dimisión,provocando un inquietante vacío de poder. El Gabinete ministerial presentó su renuncia inmediatamente en un intento de desmarcarse y poner distancia con respecto a Fujimori y a la inquietante situación política que vive el país desde las elecciones celebradas el pasado 28 de mayo. Por el momento es una incógnita quién sucederá al jefe del Estado, ya que el primero en la línea sucesoria, según marca la Constitución, es el primer viceprimer ministro, Francisco Tudela, quien presentó su renuncia días atrás, pero el Congreso aún no se la ha ratificado.

A primera hora de la mañana del domingo, el presidente del Consejo de Ministros, Federico Salas, anunció que el presidente Alberto Fujimori, desde Tokio, había decidido renunciar a la presidencia. Añadió que en las próximas 48 horas el Congreso recibirá una carta en la que Fujimori formaliza su dimisión y ofrece las explicaciones pertinentes del caso. Sin embargo adelantó que "uno de los motivos será su voluntad de no entorpecer este proceso de democratización y de que las próximas elecciones puedan ser cristalinas para la población". En las calles de las diferentes ciudades de Perú la dimisión de Fujimori fue recibida con absoluta indolencia, y con preocupación, no exenta de alegría y alivio, por los representantes políticos de la oposición.Tras indicar que había hablado por teléfono con el jefe de Estado, Salas confirmó que la decisión del presidente peruano también tiene como fin salir al paso de una serie de rumores en el ámbito político del país relativos a la actitud de las Fuerzas Armadas, avivados por la desaparición de quien fuera hombre fuerte del país y hombre de confianza de Fujimori, Vladimiro Montesinos. "Lo que se debe dar a la población es tranquilidad, para evitar cualquier situación que pueda poner en riesgo la estabilidad del país", subrayó el primer ministro. Por otro lado, precisó que tras la renuncia del jefe de Estado, el Gobierno en pleno había decidido hacer lo mismo para que el nuevo Gabinete pudise afrontar la crisis con las manos más libres.

Pero lo que todavía permanece en el misterio es el nombre del sucesor de Fujimori. El primer ministro señaló que una vez que el Congreso acepte la renuncia del Presidente, el segundo vicepresidente, Ricardo Márquez, tomaría el cargo. "Tenemos ya un vicepresidente que ha renunciado anteriormente", dijo el primer ministro Salas refiriéndose al primer vicepresidente, Francisco Tudela, que según las normas constitucionales sería el llamado a suceder interinamente a Fujimori. Entonces, añadió Salas, si renunciara el ingeniero Márquez, a quién le correspondería asumir la Presidencia de la República sería al presidente del Congreso, subrayó.

Ministros indignados

Horas después, los ministros de Estado marcaron distancias con Fujimori y anunciaron su renuncia irrevocable aunque informaron que se mantendrán en sus cargos hasta que se forme un gobierno de transición. Márquez señaló que los ministros mantuvieron una reunión a lo largo de cuatro horas y decidieron que lo que le conviene más al país "es que se cumpla con la Constitución" a fin de que pueda haber una estabilidad hasta que asuma el nuevo gobierno, el 28 de julio del 2001. El dimisionario presidente Alberto Fujimori "tiene el deber moral" de "responder ante el pueblo peruano", dijo ayer el vicepresidente segundo de la República. En rueda de prensa para anunciar la decisión de dimitir de todos los ministros del gobierno de Fujimori, Márquez reiteró su disposición a hacerse cargo de la jefatura del Estado de acuerdo a lo establecido en la Constitución. Márquez precisó que él asumirá la jefatura del Estado si el Congreso acepta la dimisión que hace varias semanas presentó Tudela, y a quien le corresponde constitucionalmente cubrir en primer lugar la vacante presidencial.

"Lamento profundamente la decisión del presidente de la República. Estoy en total desacuerdo con esa renuncia. Hubiéramos todos preferidos que regrese y que presente su renuncia aquí", indicó Márquez. La renuncia del presidente Alberto Fujimori se produce 65 días después de que fuera presentado el vídeo en el que se observa a Montesinos entregando 15.000 dólares (tres millones de pesetas) al congresista Alberto Kouri.

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Desde el hotel en que se alberga Fujimori en Tokio, la secretaría de prensa de la Presidencia emitió ayer un comunicado en el que el presidente confirmaba su diimisión tras evaluar "la nueva correlación de fuerzas en el Congreso peruano". El comunicado precisaba que "obviamente" el presidente no haría ninguna declaración a los medios de comunicación hasta que entregue su carta de renuncia al presidente del Congreso peruano en las próximas 48 horas. Mucho se ha especulado sobre el viaje de Fujimori. Para algunos, el mandatario podría estar pensando en la renuncia para así poder presentarse como candidato al Congreso en las próximas elecciones y garantizarse inmunidad.

Otros, sin embargo, consideran que Fujimori se fugó del país ante el temor de que se demuestre que dirigió junto con su asesor y jefe de los servicios secretos Montesinos, una organización político-criminal, con ramificaciones en todas las instituciones del Estado.

La estrecha relación de Fujimori con su asesor durante los últimos diez años hace imposible creer que Montesinos haya delinquido a espaldas del presidente. Más aún si se tiene en cuenta las veces en que Fujimori defendió a Montesinos a pesar de las graves y serias denuncias contra su asesor. Los cargos contra Montesinos son blanqueo de dinero, narcotráfico, contrabando de armas y asesinato.

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