¿Quién se ocupa de la niña de Pataya?

Precisamente es la lectura más profunda del artículo La niña de Pataya, de Mario Vargas Llosa (29 de octubre pasado, glosado por Abel Grau en carta al director el 13 de noviembre) la que nos hace reflexionar a muchos militantes de base de movimientos sociales, como yo misma, sobre las desigualdades cada vez más desgarradoras entre países ricos y pobres. Lo que aquí está en juego no es la extensión jurisdiccional francesa para delitos de turismo sexual, plausible sin duda alguna en el caso que nos ocupa, sino las causas que producen este fenómeno, llámese globalización o como uste...

Precisamente es la lectura más profunda del artículo La niña de Pataya, de Mario Vargas Llosa (29 de octubre pasado, glosado por Abel Grau en carta al director el 13 de noviembre) la que nos hace reflexionar a muchos militantes de base de movimientos sociales, como yo misma, sobre las desigualdades cada vez más desgarradoras entre países ricos y pobres. Lo que aquí está en juego no es la extensión jurisdiccional francesa para delitos de turismo sexual, plausible sin duda alguna en el caso que nos ocupa, sino las causas que producen este fenómeno, llámese globalización o como ustedes quieran. Está bien dar palmaditas en la espalda a los jueces franceses, pero a lo que urgimos -en Seatle, en Praga o en Madrid el próximo día 28- es a abordar de una vez, con medidas concretas y efectivas como la abolición de la deuda externa, la situación de miseria que condena a la prostitución a las niñas de Pataya y de tantos otros lugares, de la que el neoliberalismo y sus exégetas parecen desentenderse.- Susana Cruchaga d'Harcourt. Red Ciudadana para la Abolición de la Deuda Externa. El Escorial, Madrid.