Imponer la 'ley seca' nocturna fomenta el mercado negro de alcohol, según Antidroga
La eficacia de la propuesta del consejero de Economía y Empleo de la Comunidad, Luis Blázquez, de prohibir la venta de bebidas alcohólicas a partir de las diez de la noche en gasolineras y establecimientos de horario nocturno, como los Vips, fue puesta ayer en duda por el director de la Agencia Antidroga de la Comunidad, José Cabrera, quien aseguró que una medida de este tipo quedaría anulada por un "mercado paralelo" de venta de alcohol clandestino "imposible de evitar". Cabrera hizo estas declaraciones con motivo de la celebración, ayer, del Día sin Alcohol, en el que se propuso a los...
La eficacia de la propuesta del consejero de Economía y Empleo de la Comunidad, Luis Blázquez, de prohibir la venta de bebidas alcohólicas a partir de las diez de la noche en gasolineras y establecimientos de horario nocturno, como los Vips, fue puesta ayer en duda por el director de la Agencia Antidroga de la Comunidad, José Cabrera, quien aseguró que una medida de este tipo quedaría anulada por un "mercado paralelo" de venta de alcohol clandestino "imposible de evitar". Cabrera hizo estas declaraciones con motivo de la celebración, ayer, del Día sin Alcohol, en el que se propuso a los madrileños que pasaran una jornada sin beber este producto.Cabrera, aunque admitió que ciertas iniciativas disuasorias pueden funcionar, señaló que "lo que se debate es si va a significar algo positivo dejar la venta a tal hora o no, porque, si no es útil, no tiene sentido aplicar esa medida". El director de la Agencia Antidroga puso como ejemplo de medida positiva la adoptada en Bogotá (Colombia), en la que la orden de adelantar el cierre de los bares de las cuatro a la una de la madrugada ha significado, en un año, 10.000 asesinatos menos. "Es decir, si no se vende alcohol a determinadas horas de la noche, no existe la posibilidad de obtenerlo, salvo que se tenga un mercado paralelo", insistió.
Pero la iniciativa de Economía no está descartada, como confirmó ayer el jefe de servicio de la Dirección General de Salud Pública, Ramón Aguirre. El propio Blázquez reiteró que la iniciativa está en estudio, "aunque muy verde", y que se basa en medidas similares adoptadas en Cataluña y la Comunidad Valenciana. El consejero insistió en que la restricción de la venta de alcohol, por afectar a la libertad personal, se hará "por consenso, con cautela y por ley discutida en la Asamblea".
Un consenso del que ya se ha descolgado Izquierda Unida. El portavoz adjunto del grupo parlamentario de la coalición, Juan Ramón Sanz, opinó que prohibir la venta de bebidas alcohólicas a partir de las diez de la noche es "un parche demagógico más que no ataja el problema y cercena la libertad de opción de cualquier ciudadano".
Un estudio revela que los jóvenes empiezan a beber a los 13 años
El jefe de servicio de la Dirección General de Salud, Ramón Aguirre, facilitó ayer los últimos datos sobre consumo de alcohol entre jóvenes y adultos en Madrid. Aunque los datos no difieren de los obtenidos en un estudio similar realizado en 1996, destacó que muchos jóvenes comienzan a ingerir alcohol a los 13 años. Además, entre los adolescentes, las chicas toman la misma cantidad de bebidas alcohólicas que los chicos, y un 86% de ese consumo juvenil se produce el fin de semana, sobre todo los sábados.Entre los adultos, el consumo está más repartido durante la semana, y beben más los hombres que las mujeres. Según el estudio de la Comunidad, existen patrones diferenciados de consumo de alcohol entre la población adulta -entre los 18 y 64 años- y los jóvenes -entre los 15 y 16 años-. La información más reciente acerca de los usos en la región es la que ofrece el Sistema de Vigilancia de los Factores de Riesgo Asociados a Enfermedades no Transmisibles, que depende de la Dirección General de Salud Pública.
Este estudio refleja que la edad de inicio en el consumo habitual -al menos una bebida a la semana- entre los jóvenes que ahora tienen 15 y 16 años se sitúa en torno a los 13 o 14 años. Según los datos de Salud Pública, un 56,9% es consumidor moderado, un 27,7% no bebe y un 15,4% realiza ingestas de riesgo para su salud. El 86% del total de alcohol que toman los jóvenes lo consumen durante el fin de semana, particularmente los sábados por la noche. Las cifras también son especialmente elevadas los viernes.
En este estudio se advierte que uno de cada dos jóvenes entrevistados se ha emborrachado en los últimos 30 días, con pequeñas diferencias entre chicos y chicas. Mientras que entre los adultos las mujeres beben menos que los hombres, entre los jóvenes las cifras son similares.
En la población adulta se valoró en el último año el patrón de consumo según la cantidad de alcohol ingerido en la última semana, y se observó que el 41% de los adultos no es consumidor, el 54% bebe de manera moderada y el 4,8% de los entrevistados realiza un consumo de riesgo.
Entre estos últimos hay diferencias sustanciales por sexo: siete de cada 100 hombres y tres de cada 100 mujeres se hallan expuestos a este tipo de consumo.
El porcentaje de alcohol consumido el fin de semana respecto al total de la semana es del 59% entre la población adulta.
Además, un 10,7% de los entrevistados realizó algún consumo excesivo en los últimos 30 días, porcentaje que, en el caso de la población entre los 18 y los 29 años, se eleva al 22%.
El director gerente de la Agencia Antidroga, José Cabrera, afirmó ayer que es necesario volver a los patrones de consumo mediterráneos para frenar la ingesta compulsiva de alcohol durante los fines de semana, una costumbre que viene del norte de Europa y que es "ajena a la cultura española". Este consumo compulsivo se acentúa entre los jóvenes.
Datos recientes del Samur señalan que en los últimos tres años se han triplicado los casos de intoxicaciones etílicas que los servicios de urgencia atienden durante los fines de semana en Madrid, y que ahora pueden llegar a acudir a unas 80 urgencias de este tipo como media. Además, el consumo de alcohol se ha convertido en un juego.
Cabrera apuntó también que en la Agencia Antidroga "se llegará hasta donde se pueda" para controlar la "propaganda agresiva" de alcohol, "la sustancia química más agresiva y la que más daño social y sanitario causa".