Una siamesa británica muere en la mesa de operaciones para dar vida a su hermana

Los médicos califican de "crítico pero estable" el estado del bebé superviviente

Los dos próximos días serán decisivos para el futuro de Jodie, la siamesa originaria de Gozo (Malta) superviviente de la separación efectuada el pasado lunes en el hospital Saint Mary de Manchester y saldada con la muerte de su hermana, Mary. El desenlace era inevitable, dado que esta última carecía de funciones vitales propias y su cerebro estaba poco desarrollado. Los médicos, que ayer calificaron el estado de Jodie de "crítico pero estable", creen que si supera las primeras 72 horas tiene muchas posibilidades de reponerse y llevar una vida normal.

"La operación ha salido bien y Jodie...

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Los dos próximos días serán decisivos para el futuro de Jodie, la siamesa originaria de Gozo (Malta) superviviente de la separación efectuada el pasado lunes en el hospital Saint Mary de Manchester y saldada con la muerte de su hermana, Mary. El desenlace era inevitable, dado que esta última carecía de funciones vitales propias y su cerebro estaba poco desarrollado. Los médicos, que ayer calificaron el estado de Jodie de "crítico pero estable", creen que si supera las primeras 72 horas tiene muchas posibilidades de reponerse y llevar una vida normal.

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"La operación ha salido bien y Jodie está estable, aunque los próximos días serán críticos para ella. Desgraciadamente, a pesar de nuestros esfuerzos y como era de esperar, Mary ha muerto", señalaron ayer portavoces del hospital británico. La mayor preocupación inmediata de los médicos es que la niña desarrolle una infección o bien su corazón se resienta después de una operación maratoniana.De 20 horas de duración, más de lo esperado por los propios cirujanos, la intervención fue llevada a cabo por un equipo de 20 especialistas que se fueron turnando en el quirófano. Una vez anestesiadas ambas hermanas, los cirujanos pediatras procedieron a separar la columna vertebral, fundida a la altura del hueso sacro. Un error de cálculo en este punto habría podido dejar inválida a Jodie.

Una vez separadas, los especialistas en ortopedia corrigieron la pelvis para poder colocar en su sitio las piernas de la niña. Al estar unidas por el abdomen, los miembros inferiores permanecían demasiado separados como para permitirle andar. El resto de la reconstrucción interna de parte del aparato urinario y reproductor fue abordada a continuación por los urólogos infantiles.

Sólo cuando esta labor hubo concluido pudo ser suprimido el riego sanguíneo que unía a las dos siamesas y mantenía con vida a Mary. La arteria aorta, que llevaba sangre oxigenada del cuerpo de Jodie al de Mary, y la vena cava, que devolvía la sangre sin oxigenar de Mary a Jodie, fueron cortadas de forma que Jodie pudiera seguir respirando sin la carga de mantener viva a su hermana.

Jodie fue descrita por los neonatólogos de Manchester como una niña vivaz y alerta que succiona bien el chupete y mueve sus brazos sin problemas. Los expertos más optimistas creen que será capaz de andar e incluso de tener hijos. Las previsiones menos favorables apuntan a la invalidez y una doble incontinencia, dado que ha sido necesario reconstruir el aparato urinario y hacerle un ano artificial.

Para los padres, que estuvieron en el hospital durante la operación, una vez superada la fase crítica, el mayor problema será doméstico. Los amigos que les han acogido en el Reino Unido afirman que la familia carece de fondos para mantener a Jodie si llegara a necesitar ayuda constante. Por otro lado, la reconstrucción de su cuerpo no ha hecho más que empezar y la niña deberá permanecer en Manchester durante varios meses mientras los cirujanos siguen operando. "Si sale adelante, los problemas de Jodie serán funcionales pero no comprometerán más su vida", ha señalado Heinz Rode, experto en la separación de siamesas que ha operado a 33 parejas de bebés en el hospital surafricano de la Cruz Roja abierto en Ciudad del Cabo.

Aunque la operación cumplía todos los requisitos legales y los padres, opuestos al principio, se habían hecho a la idea de perder una hija para salvar a la otra, las críticas han seguido produciéndose. Una de las últimas venía firmada por la Asociación Pediátrica de Malta, que pidió a sus colegas británicos que anularan la separación horas antes de que los 20 especialistas acudieran el lunes al quirófano. "Los padres querían que la naturaleza siguiera su curso y sólo ellos debieran haber tenido la última palabra", rezaba el llamamiento efectuado desde la isla del Mediterráneo.

El apoyo de los psicólogos y el hecho de no haberse separado de sus hijas más que para descansar durante los fines de semana asistiendo a partidos de cricket ha acabado por ayudar a los padres a aceptar que Jodie podría salvarse.

División en la isla de Gozo

En la isla de Gozo (Malta), los vecinos de la familia de las siamesas continúan divididos acerca de la operación. Aunque la mayoría sostiene que la negativa de los padres debiera haber sido respetada por los médicos, los más jóvenes creen también que ha valido la pena darle una oportunidad a Jodie.Para el clero católico de la isla, por el contrario, los especialistas británicos han traicionado en cierto modo la confianza de los padres. Primero les acogieron en Manchester y luego les llevaron a los tribunales para separar a las niñas contra su voluntad.

Según un religioso maltés, los abuelos de las niñas han preferido quedarse en la isla mientras toda la comunidad rezaba por ellas.

La casa de los padres, entre tanto, sigue vacía y todo parece indicar que tardará aún bastante tiempo en poderles acoger de nuevo.

Para poder costear los gastos que supondrá el cuidado de Jodie, los padres han acordado acudir a un programa de la cadena comercial ITV titulado Esta noche con Trevor McDonald, y que está dirigido por uno de los presentadores más populares de la televisión británica.

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