Socialistas y PP logran un acuerdo de legislatura en los impuestos de Vitoria. El PP dice que el pacto de Vitoria está abierto a todos los partidos
E.O. DE A. En solo unas pocas horas, las sorpresas se sucedieron en la tarde y noche de ayer en el Ayuntamiento de Vitoria. El grupo socialista ofreció al Partido Popular un pacto de legislatrua para los impuestos municipales de la ciudad. El equipo de gobierno del popular Alfonso Alonso, en manifiesta minoría y con una delicada situación ante el debate en el pleno que hoy mismo debe tratar esta materia, respondió de inmediato a la llamada, hasta el punto de que dos grupos decidieron reunirse anoche y según la alcaldía, alcanzaron un "acuerdo básico".
Esta fórmula es la única que garant...
E.O. DE A. En solo unas pocas horas, las sorpresas se sucedieron en la tarde y noche de ayer en el Ayuntamiento de Vitoria. El grupo socialista ofreció al Partido Popular un pacto de legislatrua para los impuestos municipales de la ciudad. El equipo de gobierno del popular Alfonso Alonso, en manifiesta minoría y con una delicada situación ante el debate en el pleno que hoy mismo debe tratar esta materia, respondió de inmediato a la llamada, hasta el punto de que dos grupos decidieron reunirse anoche y según la alcaldía, alcanzaron un "acuerdo básico".
Esta fórmula es la única que garantiza que el año próximo exista un proyecto de ordenanzas fiscales, cuyos ingresos representan la tercera parte del presupuesto total del Ayuntamiento. Antes de producierse esta novedad, existía una clara posibilidad de que el proyecto del PP no recibiera hoy el respaldo de la oposición y, por tanto, debieran prorrogarse los impuestos que están en vigor este año, es decier, manteniéndose en 2001 las mismas tasas sin ni siguiera el incremento del IPC.
El entendimiento entre los socialistas y el PP no es nuevo. Ambos partidos tienene en vigor un pacto de legislatura en materia de suelo y vivienda que ha derivado en un plan de choque. Además, el PSE-EE también apoyó hace un año al equipo de Alfonso Alonso en la aprobación no sólo de las ordenanzas fiscales, sino también del presupuesto municipal, a pesar de que salió adelante con unos meses de retraso.
El Partido Popular realizó ayer un ejercicio de optimismo político. Comenzó el día con unas perspectivas totalmente pesimistas: ningún grupo de la oposición le había garantizado el apoyo a la hora de votar las ordenanzas fiscales. Si se repitieran en el pleno de hoy la posturas que los grupos manifestaron en la comisión informativa de Hacienda, el PP vería fracasar su proyecto, ya de por sí adulterado con un buen número de cambios introducidos por la oposición con respecto al texto original. Los socialistas, EH e IU había adelantado su negativa en la votación y el grupo nacionalista se abstuvo. El PP y UA, por tanto, estaban solos.
La sorprendente propuesta del PSE para llegar a un pacto de legislatura cambió el panorama. Salvó al PP de un fracaso casi anunciado y crea una situación nueva ante el debate de hoy. Según la alcaldía, y a expensas de cerrar definitivamente el acuerdo de última hora con los socialistas, el gobierno municipal convocará esta mañana una junta de portavoces extraordinaria en la que tratará de introducir modificaciones de urgencia en el proyecto que hoy debía ir al debate. Los cambios estarán motivados por las exigencias que impuso ayer el PSE en la negociación.
Los requisitos que pedían los socialistas para firmar el pacto se resumen en estos puntos: un incremento generalizado del IPC en las tasas del año próximo, un intento por aproximar poco a poco la recaudación al coste de los servicios (excepto los de carácter básico u asistencial), beneficiar a los colectivos en situación más precaria y apostar por la gratuidad de servicios como las escuelas infantiles.
El PP, después de alcanzar este acuerdo inesperado, no se conforma sólo con recabar el apoyo de los socialistas. Afirma, además, que tratará de extender este acuerdo "a todos los grupos" y que llevará los términos del acuerdo entre PP y PSE a la junta para intentar que lo aprueben los demás. Se trata de una pretensión de difícil cumplimiento.
Los socialistas, por su parte, explican que su oferta a Alonso trata de "desembrollar el atasco" en el debate de los impuestos.