Un laboratorio intenta silenciar un informe crítico hacia una vacuna antisida

La publicación de un estudio científico en Journal of the American Medical Association sobre la aparente ineficacia de un tratamiento contra el sida ha provocado una guerra sin precedentes entre investigadores independientes y el laboratorio que creó el fármaco. El trabajo ha sido publicado incompleto por los científicos porque el laboratorio se opuso a su difusión y se negó a proporcionar todos los datos como represalia porque salieron a la luz los resultados negativos de la investigación. El laboratorio, que acusa a los científicos de ocultar datos positivos, reclama a la Universidad ...

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La publicación de un estudio científico en Journal of the American Medical Association sobre la aparente ineficacia de un tratamiento contra el sida ha provocado una guerra sin precedentes entre investigadores independientes y el laboratorio que creó el fármaco. El trabajo ha sido publicado incompleto por los científicos porque el laboratorio se opuso a su difusión y se negó a proporcionar todos los datos como represalia porque salieron a la luz los resultados negativos de la investigación. El laboratorio, que acusa a los científicos de ocultar datos positivos, reclama a la Universidad de California, en San Francisco, una indemnización de entre siete y diez millones de dólares (entre 1.400 y 2.000 millones de pesetas).El estudio del tratamiento con el fármaco Remune, fabricado por el laboratorio californiano Inmune Response Corporation, ha sido uno de los más ambiciosos que se han llevado a cabo en Estados Unidos, con la participación, entre 1996 y 1999, de 2.527 pacientes en 77 hospitales. Remune fue concebido como una especie de vacuna cuyo objetivo era incrementar las defensas del organismo contra el ataque del virus de la inmunodeficiencia humana.

El debate entre investigadores y laboratorio es, en parte, procedimental. Las tasas de éxito que buscaban los científicos habrían requerido un número mucho más elevado de pacientes, algo no factible. Además, dice James O. Khan, director de la investigación, "tuvimos 106 personas que evolucionaron durante el estudio". Añade que eso les permite pensar que habrían sobrevivido si Remune fuera efectivo. La mitad de las 106 personas de ese grupo recibieron Remune y la otra mitad, sólo un placebo. En vista de los resultados negativos, el estudio se paralizó en mayo de 1999.

El laboratorio sostiene que hubo otros 250 pacientes en los que cayó a la décima parte el nivel de los virus y que ese efecto positivo no se notó en otros enfermos debido a los cambios introducidos en el tratamiento por los investigadores. Éstos sostienen que "el producto no funciona".

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