EL COMERCIO El esperado relevo
Debe saludarse que el presidente Fujimori haya procedido a tomar una decisión absolutamente necesaria: relevar la cúpula militar vinculada al oscuro ex asesor Vladimiro Montesinos, a quien supuestamente debían su nombramiento, y colocar nuevos mandos más comprometidos con el orden constitucional. Es, además, una clara señal de la energía con que el presidente ha asumido su cargo, luego de la pesadilla montesinesca. Era urgente renovar una cúpula militar que no ofrecía garantías al país por su vinculación al "proyecto nacional" y a la cooptación del Gobierno en pro de intereses político-militar...
Debe saludarse que el presidente Fujimori haya procedido a tomar una decisión absolutamente necesaria: relevar la cúpula militar vinculada al oscuro ex asesor Vladimiro Montesinos, a quien supuestamente debían su nombramiento, y colocar nuevos mandos más comprometidos con el orden constitucional. Es, además, una clara señal de la energía con que el presidente ha asumido su cargo, luego de la pesadilla montesinesca. Era urgente renovar una cúpula militar que no ofrecía garantías al país por su vinculación al "proyecto nacional" y a la cooptación del Gobierno en pro de intereses político-militares.
(...) La coyuntura se presenta ahora propicia para iniciar el arduo proceso de reinstitucionalizar y modernizar las Fuerzas Armadas, así como de recomponer las relaciones cívico-militares. Los militares tienen funciones claramente establecidas en la Constitución, que les prohíben participar en las decisiones políticas. Cada vez que así lo han hecho, el país, en su conjunto, ha terminado perjudicado.
Sin embargo, con qué gratitud recuerda la nación la participación de las Fuerzas Armadas -ajustándose a su marco de actuación- en la solución del problema fronterizo con el Ecuador y en la lucha contra el terrorismo. Es por ello importante, dado el delicado momento que vive el país, que los nuevos mandos den señales claras de su compromiso con el proceso de transición democrática, así como con las necesarias garantías, en lo que les corresponde, para que las próximas elecciones se lleven a cabo sin contratiempos ni visos de parcialidad.
Lima, 30 de octubre