LA TRANSICIÓN EN YUGOSLAVIA

El hijo de Milosevic huye a Moscú, según algunos testigos

Slobodan Milosevic pretende seguir jugando un papel político en Yugoslavia, pero la salida ayer del país, rumbo a Moscú, de su hijo Marko, acompañado de la esposa y el hijo de éste, volvió a evocar la posibilidad de que el ya ex presidente decida en cualquier momento poner tierra de por medio.La noticia de la presencia en la capital rusa de Marko y su familia no estaba confirmada al caer la noche de ayer. Fuentes de la Embajada yugoslava, cuyo titular es Vladislav Milosevic (hermano de Slobodan), aseguraban que no tenían ninguna información al respecto. Lo mismo decía el Ministerio de Exterior...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Slobodan Milosevic pretende seguir jugando un papel político en Yugoslavia, pero la salida ayer del país, rumbo a Moscú, de su hijo Marko, acompañado de la esposa y el hijo de éste, volvió a evocar la posibilidad de que el ya ex presidente decida en cualquier momento poner tierra de por medio.La noticia de la presencia en la capital rusa de Marko y su familia no estaba confirmada al caer la noche de ayer. Fuentes de la Embajada yugoslava, cuyo titular es Vladislav Milosevic (hermano de Slobodan), aseguraban que no tenían ninguna información al respecto. Lo mismo decía el Ministerio de Exteriores.

Sin embargo, la agencia yugoslava Beta y otra internacional recogieron testimonios (incluyendo el de un piloto) en el sentido de que el hijo del ex presidente y los suyos viajaron en un vuelo regular de la JAT. La segunda cadena de la televisión estatal rusa (RTR) aseguró, citando "fuentes occidentales", que habían sido vistos en el aeropuerto Sheremétievo 2.

Marko concita las iras de muchos de sus compatriotas por haber construido un imperio económico. Slobodan Milosevic aseguró el viernes que ahora dedicará más tiempo a estar con su querido nieto Marko, algo imposible mientras el niño esté en Moscú y él en Belgrado.

Entre tanto, el presidente ruso, Vladímir Putin, que ayer celebró el 48º cumpleaños en su San Petersburgo, insistía en la necesidad de que el movimiento democrático yugoslavo actúe dentro de los marcos legales para superar la crisis y el aislamiento. El líder del Kremlin tardó en rendirse a la evidencia de la victoria de Kostunica, aunque es probable que Milosevic renunciase al uso de la fuerza cuando el ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov, le hizo ver el viernes que no podía contar con el apoyo de Moscú. Rusia se enfrenta ahora al reto de reconstruir sus relaciones con el único aliado no ex soviético que le quedaba en la Europa del Este que un día dominó.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En